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Extirpemos La Corrupción De La Política.

Definitivamente la corrupción es el problema político, económico, social y ético más grave que afecta actualmente a todo nuestro país. Es tan grave este terrible flagelo, que debería declararse ya, el “Estado de Emergencia Ética y de Valores Humanos”.
El gobierno anda en la búsqueda de medidas legales y preventivas, que sean verdaderas políticas públicas y estrategias para frenar el cáncer de la corrupción que corroe a toda la sociedad, desde los estratos socioeconómicos más encumbrados, hasta los más humildes de la población colombiana. Existen normas legales para evitar los abusos, pero no se cumplen a cabalidad, no han producido los resultados esperados, todo depende de la conducta particular de cada empleado, servidor público o privado.
Colombia presenta infortunadamente a nivel continental, uno del índice más elevado en desconfianza en los partidos y movimientos políticos y en los tres grandes poderes del sector público, y también ya está contagiado el sector privado. Por la avaricia y ansias de poder, muchos siguen privilegiando el Tener por encima del Ser. Los bochornosos escándalos de corrupción de Odebrecht, Reficar, Interbolsa y de múltiples casos similares estremece a todo el país, porque implica a servidores y dirigentes políticos reconocidos y por las gravísimas repercusiones que tiene este flagelo para el desarrollo económico, social, cultural y político de toda la Nación.
Pero a medida que el Estado es obligado a enfrentar las demandas de la población, la que reclama transparencia en todas las actividades financieras se va complicando su existencia. Los grandes problemas de corrupción en todos sus niveles tienen su base en la ausencia de Ética y de Valores Humanos. La corrupción es el principal enemigo del bienestar, prosperidad y desarrollo sostenible de la inmensa mayoría de los colombianos. Ya que los recursos económicos se quedan en pocas manos y ello impiden que sean utilizados en Inversión Social y Humana.
Luego, a mayor corrupción, menor salud, menos educación de calidad, menos vivienda digna, menos seguridad, menos servicios públicos domiciliarios y menos empleo digno y decoroso. Así que este es un grave problema no sólo del gobierno de turno y de nuestra clase dirigente; sino que es un problema mayúsculo que debe encarar toda la sociedad, es decir, un propósito colectivo entre Estado y Ciudadanía.
La corrupción se encuentra en todos los sectores de la sociedad; no sería difícil hacer una clasificación y reconocer que comienza en el propio seno familiar, cuando el padre le ofrece pago o recompensa a sus hijos para que cumplan con la realización de sus tareas escolares, lo que se convierte más tarde en una obligación, avalando el aforismo de que “la costumbre se transforma en ley”.
El hecho más notable de corrupción es el soborno, el que se acostumbra en las oficinas públicas y privadas; donde los interesados en la realización de trámites urgentes, tienen que dar coimas, propina o regalos a los responsables de la ejecución de los mismos; este hecho se convierte en cultura institucional muy difícil de erradicar, ya que los mismos usuarios la fomentan. Pero ésta sí se puede cambiar, si existe e interioriza la voluntad política y administrativa de acabarla. Por ello, es inexcusable e inaplazable, que extirpemos la corrupción en la actividad política. Se necesita dignificar el ejercicio de la política y el desempeño de los cargos públicos, procurando rescatar la confianza y el liderazgo perdido.
Pero Colombia si tiene arreglo, no podemos perder la esperanza de que se produzcan los cambios estructurales que el país requiere. Este es precisamente, el momento histórico propicio de cambiar nuestra cultura política y decidirse a elegir a los Congresistas y al próximo Presidente de la República que los colombianos y colombianas nos merecemos. Resulta un avance significativo que Colombia pueda, por fin, reflexionar y tomar acciones eficientes y eficaces contra este fenómeno.
Ese día en el que extirpemos la corrupción como sociedad y Estado o por lo menos logremos reducir los índices hasta niveles de países desarrollados seguramente seremos un país consciente, crítico, desarrollado, educado y cambiante. Construyamos esa civilidad que tanto anhelamos, pero de la cual debemos y merecemos hacer parte, sin exclusión ni discriminación alguna.

Autor: Benjamín Maza Buelvas.

Designación Del Nuevo Alcalde De La Localidad No. 1

 Es pertinente recordar, que ante la renuncia del Alcalde de la Localidad Histórica y del Caribe Norte (Localidad No. 1); compete al Alcalde Distrital, Manolo Duque, la designación en propiedad, del nuevo Alcalde o Alcaldesa, previo proceso que se desarrolle acorde a lo estipulado en la normatividad legal y reglamentaria vigente.

Pues ante la falta absoluta, el Alcalde Distrital, debe convocar a la Junta Administradora Local (JAL) respectiva, para que desarrolle una Asamblea Pública, donde se presentarán los aspirantes habilitados y se elabore una Terna, para que de dicha Terna el Alcalde Distrital nombre la persona, que culmine el resto del periodo correspondiente, utilizando el mismo procedimiento establecido, tanto en el artículo 5 del Capítulo II de la ley 768 del 2002, el artículo 19 del decreto reglamentario 0581 de 2004, como en el artículo 39 del Capítulo V de la Ley 1617 de 2013; que establecen que:
“Cada Localidad tendrá un Alcalde Local, que será nombrado por el Alcalde Distrital, de Terna elaborada por la correspondiente JAL, en Asamblea Pública, citada por el Alcalde Distrital y que deberá tener quórum con no menos del ochenta por ciento (80%) de sus miembros. Para la integración de la Terna, se usará el sistema de cociente electoral…”.
Los Ediles de la Localidad No 1, tendrán que presentar, ante la Secretaría del Interior y Convivencia Ciudadana del Distrito, el mismo día de la integración de la Terna, el Acta donde conste la realización de la Asamblea Pública y la respectiva Hoja de Vida de los ternados, documentada con los estudios y experiencia que se registren en las mismas.
En la conformación de las Terna debe respetarse la Ley 581 de 2000 o Ley de Cuotas, incluyendo el nombre de al menos una mujer, porque al no hacerlo se incumple con la Equidad de Género y el derecho a su Participación en los niveles decisorios de las Ramas y demás órganos del Poder público. Es significativo que las mujeres participen para que evidencien su talante, su capacidad de trabajo y compromiso con la gente.
El Alcalde, Manolo Duque, previo informe del Secretario del Interior y Convivencia Ciudadana, dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes de la recepción de la Terna, nombrará el reemplazo del Alcalde Local de la Localidad No. 1.
Pero en cumplimiento de los principios de la función administrativa previstos en el artículo 209 de nuestra Constitución, el Proceso para integración de Ternas para designar Alcaldes Locales en Cartagena, debe ser Meritorio. Los Ediles deben actuar siempre en forma transparente y privilegiando el bienestar y desarrollo de la Localidad.
Así que los aspirantes inscritos que cumplan los requisitos legales para desempeñar el cargo de Alcalde Local, deben participar en un proceso, donde se evaluarán sus calidades personales, profesionales y su capacidad en relación con las funciones y responsabilidades del empleo, que permita la Participación de los ciudadanos que residen en cada una de las Localidades, lógicamente, sin perjuicio de la autonomía de las JAL; observando los principios de igualdad, moralidad, eficacia, celeridad, objetividad, transparencia, publicidad e imparcialidad; mediante la descentralización, la delegación y la desconcentración de funciones.
Los Alcaldes Locales, tienen una serie de funciones generales y específicas de suma importancia para el desarrollo de sus Localidades. Las cuales ya deben actualizarse, conforme a la reglamentación que se haga de la Leyes 1551 de 2012,1617 de 2013 y 1757 de 2015. Esta reglamentación es urgente y debe ser concertada entre el Alcalde Manolo Duque, el Concejo y la Dirigencia Cívica, Comunal, Social y Comunitaria, y en general con las Fuerzas Vivas del Distrito de Cartagena. Para fortalecer la Participación Ciudadana, la Descentralización Administrativa, Fiscal y Política.
Aspiramos, que el nuevo Alcalde Local sea un hombre o mujer, íntegro, probo, con liderazgo, sensibilidad social, que conozca palmo a palmo la problemática de la Localidad y comprobada capacidad de gestión. Que no se tuerza y auténtico representante de su Localidad. Para que este proceso pueda convertirse en un verdadero mecanismo de promoción y representación política y administrativa al servicio de toda la población en sus respectivas jurisdicciones territoriales y su designación tenga la relevancia que merece. Y que no sea sólo cuota representativa de algún grupo, movimiento o partido político.

Autor: Benjamín Maza Buelvas.

La Pobreza Se Derrota Es Con Inversión Social

El Departamento Nacional de Planeación, ha revelado que Cartagena de Indias, es la Segunda ciudad Capital, con mayor Pobreza Monetaria y Exclusión Social en nuestro país. Según dicho estudio, sólo superamos a Quibdó. Las causas principales son el desempleo galopante, la desocupación, el subempleo, la informalidad, la falta de oportunidades y en general; la poca Inversión Social.
Teniendo en cuenta que el índice de pobreza multidimensional se construye con las realidades educativas; salud; trabajo y servicios públicos domiciliarios; niñez y juventud; y las condiciones de la vivienda. Ello indica que ahondando en dicho informe, estamos muy mal en el avance hacia el bienestar y desarrollo sostenible. Por eso, el Modelo de Distrito Especial que queremos, debe tener unos objetivos específicos con sus tiempos, lo mismo que fuentes viables, desde lo constitucional, legal, jurisprudencial, fiscal, administrativo y político para poder lograrlos efectivamente.
Esto es explicable, porque el pueblo está al borde de la exasperación, por la escasa Inversión Social y Humana; que tradicionalmente se ha venido ejecutando. Es inexcusable incrementar los recursos de Inversión Social, complementarlos con mayores recursos provenientes del departamento y de la Nación; para lograr el mejoramiento de la calidad de vida de la gente pobre y vulnerable.
La problemática de Cartagena es tan grave y compleja que el Alcalde Distrital, Manuel Vicente de Jesús Duque Vásquez, tiene la imperiosa necesidad de ser más Incluyente; con el fin de poder diseñar e implementar Políticas Públicas de Inversión Social. Tomar concertadamente con las Fuerzas Vivas del Distrito, decisiones cruciales que conduzcan a su efectiva superación; con el fin de poder empezar a evidenciar sin más dilación, los resultados esperados.
Las formas flexibles de contratación en Colombia, como las OPS, las ocupaciones por cooperativas de trabajo, los contratos temporales, los contratos de aprendizaje, la tercerización laboral, las bolsas de empleo, entre otras modalidades; son alternativas indignas que perjudican el trabajo productivo y decoroso. Pues no garantizan el cumplimiento de sus derechos, su estabilidad y prestaciones sociales.
Se requiere enfrentar con buen criterio y con la máxima unión de voluntad política y administrativa; los problemas que afectan a la gente; priorizando la lucha para derrotar la pobreza y sus asfixiantes flagelos del Desempleo, la Inseguridad, la crisis en la Calidad de la Salud y de la Educación Pública, los malos y caros Servicios Públicos Domiciliarios, el descuido a la Niñez y la Juventud, la baja cobertura y calidad de Vivienda Digna, los problemas de Infraestructura Vial y de Movilidad Urbana, la concreción de los Macroproyectos, el retroceso del Proceso de Descentralización y de Participación Ciudadana, etc. En fin, la Pobreza se derrota es con Inversión Social.
Para la solución de estos problemas, es imprescindible la participación decidida de la ciudadanía, liderada y orientada por el Alcalde Distrital, los Concejales, los Ediles, las Organizaciones Comunales y Sociales, las Mujeres, la Juventud, etc. No más retraso, es preciso aunar voluntades con todos los sectores dolientes y comprometidos en salvar a Cartagena. Para ello, se necesita dignificar el ejercicio de la política y el desempeño de los cargos públicos, procurando cambiar la conciencia de las personas, recuperar la credibilidad y liderazgo perdido, la confianza en nuestros gobernantes y en nuestras instituciones. No dudemos más que la educación y cultura es la clave, para la evolución, interiorización y transformación del nivel de conciencia de la ciudadanía, cuyo proceso debe iniciarse en las mismas comunidades donde vive y convive la gente.
Probado está, que mientras no haya Trabajo en Equipo entre el accionar de los gobernantes con su clase dirigente, no se cristalizarán las Inversiones, Obras y Servicios que la ciudad demanda. Respetando recíprocamente, los fueros de cada quien. Tanto el Distrito como los empresarios deben comprometerse con el pueblo, en soluciones estructurales y no contentarse con medidas paliativas o con contentillos, como los subsidios o auxilios que sólo alivian las angustias coyunturalmente.

Benjamín Maza Buelvas.

Los Congresistas Deben Cumplir Sus Obligaciones.

Se acerca la nueva elección de Representantes a la Cámara y Senadores de la República. Los aspirantes suelen acordar estrategias en conciliábulos, para seducir a sus potenciales electores. Pero ante la crisis de credibilidad, legitimidad y confianza que percibe el pueblo; por el incumplimiento de sus compromisos; se ha generalizado, que no hay nada que hacer para transformar el panorama administrativo, económico, social, ético, cultural y político reinante. El desafío de los votantes, debe ser reaccionar, para decidirse a elegir a los mejores hombres y mujeres bolivarenses.
Ya que el artículo 133 de nuestra Constitución, contempla que, “los miembros de los cuerpos colegiados de elección directa representan al pueblo, y deberán actuar consultando siempre la justicia y el bien común… El elegido es responsable políticamente ante la sociedad y frente a sus electores del cumplimiento de las obligaciones propias de su investidura”.
Por ello es indiscutible, que nuestros congresistas, no vienen cumpliendo fielmente con sus obligaciones, existiendo un descontento generalizado por las decisiones impopulares que la inmensa mayoría de los Senadores y Representantes a la Cámara de origen bolivarense suelen tomar. No cabe duda, que les ha faltado grandeza, por su escaso liderazgo, trabajo en equipo con los gobernantes y Organizaciones Sociales y mayor capacidad de gestión parlamentaria en el ámbito nacional e independencia mental al ejercer el control político y al votar los Proyectos de Ley.
Se requiere que nuestros congresistas incidan más en las decisiones que se toman y que su labor se refleje en beneficio de la ciudadanía que los elige y empodera. Porque hasta ahora han sido, inferiores al reto y responsabilidad que el pueblo les encomendó. Por eso, sería significativo, que periódicamente rindieran cuentas claras de su gestión.
Muchos candidatos y candidatas, suelen hacer planteamientos sin consultar ni interiorizar realmente los requerimientos de la gente. Lo peor es que se quedan en la simple crítica, en el diagnóstico vacío de la problemática existente o en el solo discurso; pero no fundamentan con profundidad el diseño de las políticas públicas efectivas, las estrategias y actuaciones administrativas que implementarán, los mecanismos presupuestales a aplicar ni las compañías que tendrán para enfrentar y solucionar el cúmulo de necesidades insatisfechas.
No debemos seguir apoyando candidaturas cuya única carta de presentación sea el poder económico, el abolengo o el respaldo politiquero condicionado. Pues la actividad política debe enaltecer y no envilecer a los dirigentes y gobernantes. Luego, es injustificable que los electores, nos volvamos a equivocar en la decisión de elegir, sólo a aquellos candidatos verdaderamente comprometidos con las comunidades. Este es el momento histórico propicio para que el elector reflexione y tenga la oportunidad de
analizar la trayectoria, talante y sensibilidad social; con el firme propósito de discernir con claridad, antes de votar por una de las diversas opciones hacia el Congreso Nacional.
Es evidente, que cambiar el modelo de elección dominante en Cartagena y Bolívar no es fácil, porque la influencia de los caciques políticos y de los llamados financistas, se ha enquistado no sólo en las esferas de la administración pública, sino también en la privada; e incide significativamente en la toma de decisiones y acciones emprendidas a todo nivel.
Pero es inaplazable intentar el cambio en las prácticas políticas, porque requerimos dignificar el ejercicio de la política y el desempeño de los cargos públicos; rescatando así los buenos modales y costumbres perdidas; erradicando la crisis de representatividad.
El gran reto y responsabilidad histórica que tienen todas las Fuerzas Vivas de Cartagena y Bolívar; en especial, la Dirigencia Comunal, Social y Comunitaria. Es diseñar, construir e implementar con urgencia una estrategia efectiva, que conduzca a liderar un Movimiento Determinante en el seno de las bases populares, para no dejarse marginar de las grandes decisiones que redunden en beneficio del pueblo cartagenero y bolivarense y asumir una clara y reflexiva posición.

Benjamín Maza Buelvas.

Elijamos Congresistas Y Presidente Fiables

Los colombianos, bolivarenses y cartageneros; tenemos que asumir el inaplazable e indelegable reto de unirnos, organizarnos y accionar consecuentemente; para lograr elegir en las votaciones de los meses de marzo y mayo del próximo año 2018; Representantes a la Cámara, Senadores y Presidente de la República Fiables; que encarnen verdaderamente, los méritos y atributos necesarios y suficientes que debe exigirse a los Candidatos y candidatas; que merezcan ostentar tamaño empoderamiento y dignidad de ser voceros auténticos del elector primario.
La ciudadanía no debe equivocarse más, en la elección de sus Congresistas, ni del Presidente de la República. Como tampoco en la selección de ninguno de sus representante del ámbito nacional, departamental, distrital, municipal o local. Porque es la principal decisión que nos conduce a elegir genuinos representantes del pueblo. Tenemos que votar siempre a conciencia, con sensatez política, con independencia mental y con la convicción de acertar.
Luego, no seamos conformistas, indiferentes, apáticos ni abstencionistas; porque las decisiones que toman nuestros dirigentes políticos y gobernantes; queramos o no; afectan directa e indirectamente tanto al que vota como al que se abstiene. Tampoco vendamos el voto, porque es tan culpable quien lo compra como quien lo vende. Y después, no tenemos autoridad ética ni moral, para exigir la ejecución de los proyectos, obras y la prestación de los servicios que se requieren para lograr el progreso, bienestar y desarrollo sostenible de la comunidad.
Tengamos siempre presente que, “Un mundo diferente no puede ser construido por personas indiferentes”. Si queremos una Colombia, un Bolívar y una Cartagena con mejor calidad de vida; no debemos seguir eligiendo a los mismos con las mismas, porque lograremos los mismos resultados.
El elector no tiene por qué dejarse engatusar con retóricas demagógicas ni sofismas de distracción; que solo sirven para seducir y engañar al elector. Por el contrario, apoyar irrestrictamente; a los candidatos y candidatas con propuestas prioritarias, planificadas, financiables, viables. Y que en su trayectoria en el sector público y/o privado, hayan evidenciado capacidad de liderar y gestionar las transformaciones requeridas, para construir un país de corte social y humano.
No vacilemos más, Elijamos Congresistas y Presidente Fiables; comprometidos esencialmente con las causas colectivas; sin discriminación alguna. Por los que luchen contra la pobreza y no contra los pobres. No votemos sólo por simpatía,
amiguismo, familiaridad, promesas, estirpe social, económica, religiosa, racial, grupo político o de género. Tampoco por los que simplemente dicen preocuparse por los problemas de tu comunidad. Eso no es suficiente ni significativo. Porque necesitamos elegir es a legítimos representantes del pueblo; que no se tuerzan, que no sólo se preocupen, sino que se ocupen realmente de solucionar los problemas.
Las comunidades no pueden continuar viviendo de sueños y de ilusiones fantásticas, de promesas incumplidas; basta ya de la trillada excusa, “no hay recursos”. Sin reconocer que es por falta de voluntad, liderazgo y capacidad de gestión. Por eso, tenemos que insistir, persistir y jamás desistir; de luchar por la conquista y respeto de nuestros derechos y reivindicaciones esenciales. Es decir, nuestros derechos políticos, sociales, económicos, culturales y ambientales. Y recíprocamente, cumplir con nuestras responsabilidades y deberes ciudadanos. Para ello es imprescindible e inexcusable, que votemos masiva y contundentemente por las mejores opciones. Porque aplazarlo, sería demasiado tarde.
Así que si nuestros dirigentes políticos y gobernantes; desean reivindicarse, deben saldar la altísima deuda histórica social que tienen con el pueblo; incrementando al máximo la Inversión Social, con el irreversible propósito de cristalizar la Justicia Social; erradicando la Pobreza, Inequidad, Exclusión y Desigualdad dominante en nuestro territorio nacional, departamental y distrital.
En consonancia con todo lo anterior, recordemos que todo pueblo tiene los dirigentes políticos y gobernantes que se merece, acorde con la mentalidad y actitud política asumida; principalmente en períodos electorales; oportunidad que nos brinda ésta blandengue Democracia Participativa que tenemos, para incidir en la elección y decisión de nuestros representantes en los Cuerpos Colegiados y Gobernantes. Después no nos lamentemos y critiquemos tardíamente en los tertuliaderos.

Autor: Benjamìn Maza Buelvas.

Crece Desocupación Y Falta De Oportunidades.

Por ser el objetivo Superior del “Plan de Desarrollo Primero la Gente 2016–2019”; el BIENESTAR DE LA GENTE. Es inexcusable y un imperativo social, económico, cultural y político del Alcalde Distrital, Manolo Duque; liderar la priorización de la disminución significativa del Desempleo, el Subempleo, la Informalidad y la Precariedad del Salario en Cartagena.
Pero debe hacer énfasis en combatir el Desempleo Juvenil. Siendo que la regla de oro para una buena Administración, es el establecimiento de PRIORIDADES, porque si no se hace, puede terminar invirtiendo recursos en asuntos insustanciales para lograr el BIENESTAR y avance hacia el desarrollo sostenible.
Es indiscutible que la Desocupación sigue siendo uno de los máximos problemas que padecen los colombianos, especialmente los cartageneros, golpea a los adultos. Pero mucho más a la población juvenil. Por lo que el esfuerzo del Estado, y las iniciativas del Gobierno Nacional, departamental y distrital; deberían enfocar sus objetivos de política pública laboral, salarial y de seguridad social; en la reducción significativa de este flagelo; porque durante muchos años, el Desempleo ha sido el peor azote que ataca la gente.
En Cartagena la tasa de desempleo juvenil, es más de dos veces más alta que la de los adultos. Y los jóvenes profesionales de estrato socioeconómico bajo que alcanzan profesionalizarse con tanto sacrificio, sufren este castigo con particular intensidad. Así que la creación de empleo digno y decente, debe ser Prioridad UnoA del Presidente, del Gobernador, Alcalde y sector privado; porque incuestionablemente, Cartagena es campeona en desocupación y falta de oportunidades.
Con este horizonte, de alarmante desempleo en todos los sectores de la economía local y nacional; si existiese coherencia y compromiso de nuestra clase dirigente, deberían llegar a una concertación con los empresarios, los industriales, los comerciantes y las centrales obreras; lideradas por el Presidente de la República. Y replicarse en cada uno de los entes territoriales; que conduzca a reducir la galopante desocupación, la falta de oportunidades y enarbolar la bandera del empleo y el trabajo formal, honesto y decente.
La organización, modernización y funcionamiento del aparato estatal, no necesariamente tiene por qué implicar una reducción de la nómina, puesto que disminuye el tamaño. Pero las funciones pueden terminar realizándose mal. Esto tiene dos implicaciones básicas y tienen que ver, con el crecimiento del desempleo, subempleo, informalidad y la desprotección de los trabajadores, así como con el deterioro de la calidad de los servicios que se prestan.
Mientras nuestros dirigentes y gobernantes no evidencien vivo interés por solucionar esta problemática; los monopolios, las multinacionales, los grandes industriales, comerciantes, inversionistas y capitalistas; aprovechan la crisis de empleo, para despedir trabajadores, precarizar salarios y su forma de pago, los horarios laborales, obtener exoneraciones y rebajas de impuestos y convenir concesiones y privatizaciones. Siendo
la desocupación en criterio de los expertos, uno de los principales detonantes de la bomba social e inseguridad que debe combatir el Estado.
Hay que asimilar que en nuestra Constitución, el trabajo es definido como una obligación social y un derecho que goza de la protección especial del Estado, donde toda persona tiene derecho a un trabajo en condiciones dignas, justas y decorosas. También hay que acabar la costumbre empresarial de exigir al Estado la democratización de las pérdidas y privatizar las utilidades.
En fin, ante la grave crisis económica, social y ética que también afecta a Cartagena, es preciso, que el Alcalde Manolo Duque, en simbiosis con todos los sectores; tome decisiones estructurales e integrales que vuelvan la gente productiva, que les permita generar ingresos suficientes, poder incrementar la demanda, derrotar la pobreza y la exclusión social imperante. Con tantos hombres, mujeres y jóvenes desocupados; la inseguridad, la corrupción y la ilegalidad; tienen con qué hacer su caldo de cultivo. Problemática que en conjunto se expresan en el deterioro de las relaciones sociales con la familia, la sociedad y el Estado mismo. Es momento histórico propicio para que los aspirantes al Congreso y Presidencia, planteen alternativas viables de solución a esta asfixiante problemática.

Autor: Benjamín Maza Buelvas.

Transformación De La Actitud Política.

Se acerca la elección de Representantes a la Cámara, Senadores, Presidente y Vicepresidente de la República. Como siempre los aspirantes suelen reunirse en conciliábulos, empezar a seducir y cautivar a los electores ingenuos; usando la misma retórica y sofismas de distracción para encantar a los votantes.
Pero ante la crisis de credibilidad, de legitimidad, de confianza y de responsabilidad que percibe la gente; se ha generalizado la percepción de que no hay nada que hacer para transformar el panorama, económico, social, administrativo, ético y político dominante en Colombia, Bolívar y Cartagena. No es confiable que los partidos y movimientos políticos aún permitan la selección de candidatos impuestos o sin el Perfil, que la dignidad del cargo amerita.
Ninguna norma cambia la manera de proceder, si no hay transformación de la Actitud Política. El momento histórico es propicio para que los ciudadanos se decidan a ejercer libremente el derecho y deber de votar, con la convicción que el elegido es la mejor opción. Porque no se justifica lamentarse después en los tertuliaderos de nuestros asfixiantes problemas; criticando, renegando y echándole la culpa sólo a los dirigentes y gobernantes de turno.
Tenemos que analizar bien durante la campaña los propósitos y compromisos de los candidatos. Porque si el día de las elecciones somos indiferentes, apáticos, conformistas, vendemos el voto, votamos por amiguismo o no votamos; sin discernir con claridad y sensatez, la grave consecuencia de nuestra errada actitud. Y sin visionar que es tan culpable el que compra como el que vende el voto.
Asimilemos también, que la peor actitud política que podemos asumir en una Democracia Participativa es la de abstenernos de votar. Desconociendo que las decisiones que toman los dirigentes y gobernantes nos afectan a todos y todas, votemos o no. Si no votamos o votamos mal, carecemos de autoridad ética y moral para criticar las posiciones y actuaciones durante el gobierno.
Infortunadamente, sólo viene votando aproximadamente el 40% de los ciudadanos y el 60% que no suele votar; puede si se transforman la actitud política, definir contundentemente los cambios estructurales que Cartagena, Bolívar y Colombia requieren; iniciando por el rescate de la confianza de los gobernados en sus representantes y en las instituciones públicas y privadas. Ojalá el Estado financie totalmente las campañas, el voto sea obligatorio y electrónico. Ya el elector orientado por sus Organizaciones Sociales y Comunales; no debería equivocarse, ni menos retroceder en el proceso de transformación de las malas costumbres políticas y administrativas
Es cierto que el Congreso, los Presidentes y Vicepresidentes, están desprestigiados y que existe un descontento generalizado por las determinaciones que han tomado la inmensa mayoría de ellos, notándose el atropello a los derechos del pueblo e incluso a las minorías del Congreso. A nuestros Congresistas de origen bolivarense les ha faltado temple, talante, liderazgo en el ámbito nacional; sinergia, capacidad de acción y de gestión, voluntad política, independencia mental al ejercer el control político, al votar las proposiciones y proyectos de ley.
Les ha faltado grandeza, porque han sido inferiores al reto y responsabilidad que el pueblo les ha encomendado. Es improrrogable entonces, recuperar la coherencia y armonía del comportamiento parlamentario, con el propósito de dignificar el ejercicio de la política y lograr rescatar la credibilidad, la legitimidad y la gobernabilidad perdida, ya que algunos han preferido la adhesión sumisa al poder mediático, antes que defender con dignidad los principios y convicciones ideológicas que favorezcan al pueblo. Así que deben cumplir sus compromisos y rendir cuentas claras de su gestión.
En ese sentido, todavía quedan esperanzas, no todo está perdido. Colombia, Bolívar y Cartagena, sí tienen arreglo. Pero sólo si el pueblo se decide a transformar su actitud política, votando masivamente por las mejores alternativas. Sabemos que ya existen aspirantes a Congresista, a Presidente y Vicepresidente luchadores incansables, comprometidos con el pueblo, con sensibilidad social, capaces de enfrentar el flagelo de la corrupción, politiquería, impunidad, Inseguridad, desempleo, exclusión, e injusticia social; gestionando recursos suficientes, velando por su correcta aplicación y ejecución en forma transparente y efectiva.

Autor: Benjamín
Maza Buelvas.

Urge Crear Consejo Distrital De Participación Ciudadana.

La Ley Estatutaria 1757 de julio 6 de 2015, tiene como objeto promover, proteger y garantizar modalidades del derecho a participar en la vida política, administrativa, económica, cívica, social, comunal, comunitaria y cultural, y así mismo a controlar el poder político.
Por lo cual urge al Alcalde Distrital, Manolo Duque, impartir instrucciones precisas a la Secretaría de Participación y Desarrollo Social; para que lidere y coordine la creación y composición del Consejo Distrital de Participación Ciudadana; porque está en mora de hacerlo, ya que el Parágrafo 4 del artículo 79 de ésta ley, establece que, tanto el gobierno nacional como los territoriales contarán con un plazo de seis (6) meses contados a partir de la vigencia de esta norma, para conformar los respectivos Consejos de Participación Ciudadana.
Así que en el Distrito Especial de Cartagena de Indias; debió crearse el Consejo como tarde el 6 de enero de 2016. Luego, va más de un año de retraso. El Parágrafo 3, estipula también, que los miembros del Consejo Distrital de Participación Ciudadana, tendrán periodos de cuatro (4) años y no podrán ser reelegidos inmediatamente.
Serán miembros permanentes del Consejo Distrital de Participación Ciudadana, quienes ejerzan funciones equivalentes a las de los miembros señalados para el Consejo Nacional de Participación Ciudadana. La composición seguirá las mismas reglas establecidas para el Consejo Nacional de Participación Ciudadana, consagradas en el artículo 79 de esta ley. El Consejo debe reunirse ordinariamente cada cuatro (4) meses y extraordinariamente cuando sea pertinente.
La Participación Ciudadana es uno de los escenarios centrales para avanzar en la construcción de Paz desde la perspectiva de la transformación pacífica de conflictos. Sin dudas, la importancia de la Participación Ciudadana la convierte en una de las herramientas insustituibles de las sociedades democráticas, que permite diferenciar a los pueblos con libertad política de aquellos en los cuales no se respetan en su totalidad los elementos de expresión.
Este Consejo tendrá entre otras funciones, encargarse junto con las autoridades competentes, de la definición, promoción, diseño, seguimiento y evaluación de la Política Pública de Participación Ciudadana en el Distrito, así como de la articulación con el Consejo Nacional de Participación Ciudadana. Asesorar de manera permanente al Gobierno Distrital en materias relacionadas con la Participación Ciudadana, especialmente en lo concerniente con el marco jurídico y el diseño de las Políticas Públicas. Proponer incentivos con el fin de propiciar la inversión del sector privado en programas, políticas y planes para la promoción de la Participación Ciudadana. Evaluar las políticas y programas de Participación Ciudadana y proponer las modificaciones y ampliaciones que considere pertinentes.
Presentar un informe anual público al Concejo Distrital sobre la situación de la Participación Ciudadana en Cartagena. Darse su propio reglamento y fijar autónomamente su Agenda. Garantizar el adecuado estudio e integración de las recomendaciones hechas por actores de la sociedad civil a la Administración Distrital en el desarrollo de sus actividades y cofinanciar los esfuerzos de Participación Ciudadana. Fomentar la cultura democrática y el conocimiento y apropiación de los mecanismos de Participación Ciudadana y Comunitaria en las instituciones educativas. Ejecutar, controlar, coordinar y evaluar planes, programas y proyectos para la promoción de la Participación Ciudadana, el interés asociativo y la organización comunitaria del
Distrito. Liderar, orientar y coordinar los procesos de participación del grupo poblacionales desde la perspectiva étnica, generacional y de equidad de género
Cada año en el mes de febrero, se celebrará la Semana Nacional de la Participación Ciudadana, con actividades educativas, artísticas, culturales, actos cívicos sociales, políticos y jornadas de rendición de cuentas. Los Distritos y municipios que promuevan la Participación Ciudadana y ejercicios de presupuestación participativa, obtendrán un puntaje adicional en el análisis de desempeño integral de los municipios, de acuerdo a los parámetros que establezca el Departamento Nacional de Planeación.

Autor: Benjamín Maza Buelvas.

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Dignifiquemos El Ejercicio De La Política.

A raíz del bochornoso escándalo de corrupción de Odebrecht, que estremece a todo el país, porque implica a servidores públicos, a reconocidos dirigentes políticos y por las gravísimas repercusiones que tiene este flagelo para el desarrollo económico, social, cultural y político de toda la Nación.
Ha quedado claro, la necesidad inaplazable de combatir la corrupción, en todas los ámbitos; desde las más altas esferas hasta lo más bajo del poder político y privado. Por ser la corrupción el problema político más grave que padece Colombia. Es tan grave este flagelo, que debería declararse la Emergencia Ética y de Valores Humanos; lo cual permitiría aprobar e implementar normas legales y sociales que impidan las prácticas corruptas y propicien la transparencia, hasta erradicar la corrupción definitivamente.
Desde hace muchos años, nuestro país presenta uno de los niveles más altos del continente en desconfianza en los Partidos y Movimientos políticos, en el Congreso y en general en todas las instituciones. Pues está comprobado que la corrupción es el principal enemigo de la confianza, del desarrollo y bienestar de los colombianos, ya que a mayor corrupción, menos educación, menos salud, menos vivienda, menos seguridad, menos empleo decente, etc. Luego, es un problema no sólo del gobierno, de la clase política y de dirigentes; es un problema mayúsculo que afecta a todo el pueblo y por lo cual, lo debe enfrentar y combatir toda la sociedad, es decir, un propósito común entre Estado y ciudadanía.
Infortunadamente hasta ahora, los Entes de Control han sido incapaces de combatir la corrupción con dureza y sin contemplaciones, y los Gobiernos han está limitado tanto en su voluntad política como en las herramientas que garanticen su eficacia y efectividad. Hay que recuperar la coherencia y armonía del comportamiento de nuestros dirigentes y gobernantes, porque algunos han preferido la adhesión sumisa al poder mediático, antes que defender con dignidad sus principios y convicciones ideológicas y políticas y solucionar los problemas de la comunidad.
Para la ciudadanos sería alentador ver que en el próximo debate político, donde se elegirá al Congreso de la República; todos los Partidos y Movimientos políticos se comprometieran con la idea de que el Congreso en el cual tienen representación legislativa con digna integridad extremando los mecanismos de control a la gestión pública, y no sólo eso, sino que recuperarían la confianza en las instituciones y cumplirían con entusiasmo sus responsabilidades con el Estado. Debido a que hay que interiorizar que la actividad política debe enaltecer y no envilecer a nuestros dirigentes. Aquellos Congresistas que no cumplan sus compromisos adquiridos, merecen el rechazo y repudio del elector.
En consecuencia, por ser la política una actividad que por esencia pertenece, es conexa e inherente a la condición humana. Todos y todas los ciudadanos tienen el derecho-
deber de participar activamente en la vida política, cívica, comunal, social y comunitaria del país. Así como en la conformación, ejercicio y control del poder político, conforme lo establecen nuestra Norma de Normas y las leyes vigentes. Por lo que nadie debe ser indiferente, apático, conformista, ni abstencionista; porque las decisiones que toman los dirigentes y gobernantes, afectan a toda la población. Se requiere entonces, dignificar el ejercicio de la política y el desempeño de los cargos públicos, procurando rescatar la confianza y el liderazgo perdido
Pero más que nada, deben fortalecerse las instancias de control social, porque son los ciudadanos quienes tienen en sus manos la posibilidad de transformar este maligno esquema de gestión gubernamental permeada por la corrupción. Ya que la corrupción y la politiquería, minan la credibilidad, la legitimidad y la confianza en las instituciones y dificulta el ejercicio de la democracia participativa, la gobernabilidad y la política. Los problemas hay que combatirlos mancomunadamente, si no lo hacemos en forma cohesionada, empeoran indiscutiblemente. Construyamos nuestro destino, cambiando de actitud, ya que las actitudes son las que construyen o destruyen el presente y futuro de los pueblos.

Autor: Benjamín Maza Buelvas.
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