Rendir Cuentas Es Un Deber

Termina el año fiscal y período de rendición de cuentas claras. La Rendición de Cuentas es un deber legal y ético de todos los servidores de la administración pública. En los departamentos, distritos y municipios, los gobernadores y alcaldes son responsables políticamente de Rendir Cuentas, por lo cual deben liderar dicho proceso con el apoyo de sus equipos de gobierno.
La Rendición de Cuentas es el compromiso de las entidades y servidores públicos de informar y explicar los avances y los resultados de su gestión, así como el avance en la garantía de derechos a los ciudadanos y sus organizaciones sociales, a través de espacios de diálogo público. Establecida en el Conpes 3654 de 2010 y Ley 1757 de 2015. A la vez, la Rendición de Cuentas implica la capacidad y el derecho de la ciudadanía a pedir información, explicaciones y retroalimentar al gobierno, con evaluaciones y propuestas de mejora, o con incentivos para corregir la gestión, premiar o sancionar los resultados.
Gobernadores y Alcaldes son elegidos por voto popular, de tal forma que la ciudadanía exige la implementación del programa de gobierno que sometieron a su consideración en el proceso electoral -Voto programático-. Así mismo, las personas designadas por gobernadores y alcaldes para ejercer cargos directivos (Secretarios de Despacho, Directores de Departamento Administrativos, Jefes de Oficinas, etc.), tienen una responsabilidad por su desempeño y la gestión de las entidades que lideran, así como por el eficaz cumplimiento de las disposiciones constitucionales, legales y reglamentarias.
En un sistema social de alta responsabilidad pública se impone una rigurosa situación de petición y Rendición de Cuentas en todos los niveles de gobierno. La responsabilidad de los cargos públicos implica: 1). La obligación de gobernantes y servidores públicos de informar sobre sus decisiones y justificarlas en público, 2). La sanción en caso de que hayan violado sus deberes públicos, y 3). El reconocimiento cuando realiza una labor exitosa.
La cultura de Rendición de Cuentas implica la apropiación voluntaria de los tres elementos fundamentales del proceso: información, diálogo e incentivos. En consecuencia, se pretende que además de los cambios necesarios en los diseños institucionales, normas, procedimientos e instrumentos técnicos, se establezca un patrón en la conducta de los servidores públicos para que asuman el proceso de Rendición de Cuentas como una actitud propia del servicio.
La Rendición de Cuentas tiene por objetivo hacer más transparente la gestión porque promueve: 1). Que los recursos entregados a las administraciones territoriales se ejecuten de manera eficaz y eficiente, 2). El fortalecimiento del sentido de lo público, y 3). El mejoramiento de la credibilidad y la confianza de los ciudadanos en las instituciones del Estado, en aras de avanzar en la consolidación de la democracia.
La Rendición de Cuentas es una buena práctica de gestión de un actor de informar y explicar sus acciones a otros, que igualmente tienen el derecho de exigirla, en términos políticos y basados en la organización del Estado. Esta acción tiene como objetivo generar la transparencia de la gestión pública y partiendo de este punto, lograr que las entidades adopten los principios de Buen Gobierno, eficiencia, eficacia y transparencia, en el día a día del Servidor Público.
En el marco de la transparencia, el proceso de rendición de cuentas juega un papel muy importante ya que le permite a los servidores públicos interactuar con otras instituciones estatales, organismos internacionales, la sociedad civil y los ciudadanos en general. La Rendición de Cuentas crea la obligación de informar y explicar las acciones a otros que tiene el derecho de exigirla, debido a la presencia de una relación de poder, y la posibilidad de imponer algún tipo de sanción por un comportamiento inadecuado o de premiar un comportamiento destacado.
Así los procesos de rendición de cuentas ante la ciudadanía deben generar resultados visibles, tanto para las entidades públicas como para los ciudadanos. Para ello las evaluaciones efectuadas en los espacios de diálogo y durante todo el proceso se constituyen en un insumo para retroalimentar la gestión y mejorarla.

Autor: Benjamín Maza Buelvas.
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