De acuerdo a los resultados de la última edición de la Bitácora Económica que realiza Fenalco, en octubre el comercio moderno obtuvo resultados aceptables en materia de ventas, siendo este uno de los mejores meses del año en curso. El % de comerciantes que reportó un aumento en sus ventas respecto a igual mes del año pasado, se ubicó en 36, una ligera alza frente al dato observado en septiembre. Al mismo tiempo, el 18% manifestó que hubo descenso en su actividad. Los comerciantes vinculados con el sector de la construcción percibieron repunte en sus ventas, lo que les crea la esperanza de que en términos reales éstas en el año completo registren signo positivo.
A nivel de grandes superficies se reportó un octubre “decente”, gracias a la multiplicación de ofertas y liquidación de inventarios para dar paso a nueva mercancía para la temporada de fin de año. Otro hallazgo es que en zonas tradicionalmente turísticas no habrían experimentado un “boom” con motivo de la semana de receso escolar, debido a que muchas familias no pudieron esta vez disfrutar en mayor medida de la posibilidad de viajar a balnearios. De esa circunstancia se beneficiaron los centros comerciales y los cinemas, como quiera que muchos jóvenes se quedaron en las ciudades. Nos llama la atención, eso sí, que las expectativas inmediatas sufrieron un retroceso, motivado principalmente por el “ruido” que ha generado la llamada Ley de Financiamiento. Sin embargo, al auscultar la opinión de una mini muestra de empresarios, éstos se declararon optimistas respecto a los resultados de la jornada de descuentos duros a quienes compren vía internet, conocida como el Black Friday.
La reanimación es desigual
En lo corrido del año las ventas del comercio al por menor muestran una importante recuperación como quiera que su crecimiento hasta el mes de septiembre es de 5.4%, variación que contrasta con -0.7% y –0.5% de igual periodo de 2016 y 2017.
Al examinar el comportamiento de las ventas en el año completo (oct/17 – sep/18), la variación se modera al 3.2%.
Hay varias categorías que se mantienen en terreno negativo, como por ejemplo los artículos de ferretería vidrios y pinturas, así como el calzado y productos de cuero. En el otro extremo del espectro están los equipos de informática como los teléfonos celulares, dinamismo explicado en alto grado por la posibilidad del retail de comercializar estos aparatos, lo que antes era un privilegio de las firmas de telefonía celular.
Preocupaciones sectoriales con el proyecto de ley de financiamiento: mayoristas de víveres y restaurantes
La preocupación en torno al impacto negativo de la extensión del IVA propuesta por el gobierno, no es homogénea. Los sectores que están pegados al techo son los comerciantes detallistas y mayoristas que venden víveres y abarrotes. Ellos anticipan una fuerte reducción en sus ventas porque el consumo de los hogares se resentirá y porque los canales informales, tendrán más “competitividad “, como quiera que a los propietarios de micro establecimientos “les resbala” el tema del IVA.
El otro sector que saldría muy golpeado en caso de ser aprobada tal cual la ley de financiamiento es el de los restaurantes: de acuerdo con las investigaciones de Fenalco el 82% de los insumos que utiliza el sector de la gastronomía es libre de IVA, de manera que al fijarse un impuesto del 18% se les dispararía sus costos. Y no será tan sencillo trasladar ese IVA a precio por la competencia que ejerce la informalidad y porque los evasores ganarían cuota de mercado. Reducir márgenes es una opción limitada, por no decir inexistente, la otra opción es disminuir los costos laborales vía reducción del servicio o de la calidad de los platos. Algunos afiliados del Gremio manifestaron que están pensando en pasar de servicio a la mesa a uno de autoservicio.