Una intervención integral desde la familia, la comunidad y el Gobierno local, sumado a la voluntad propia de cambiar harán que los llamados jóvenes en riesgo transformen sus vidas.
Esa es la propuesta en la que trabaja la alcaldesa encargada de Cartagena, Yolanda Wong Baldiris, en conjunto con las autoridades para lograr que los jóvenes en riesgo de San Francisco que pertenecen a pandillas salgan de ese mundo.
Un primer acercamiento para explicar la propuesta que desde el gobierno distrital se tiene de hizo este sábado con la presencia de algunos líderes del barrio y jóvenes en riesgo.
“Se inicia la intervención integral a estos jóvenes que de manera voluntaria han venido manifestando querer apartarse de las peleas, de la pandilla, del consumo de alucinógenos, en un entorno comunitario con los líderes sociales, con los empresarios de la zona. Una atención integral que cambie la hoja de ruta que de manera equivocada traen estos jóvenes”, precisó la Alcaldesa.
Esta es la segunda mesa de paz, integrada por la Policía, Fiscalía, dónde se recogieron inquietudes para declarar este territorio zona de paz.
La Alcaldesa asegura que en la recuperación del tejido social desde las familias está el cambio. “Preguntarle a los hijos que están haciendo, quiénes son sus amigos, cuál es su entorno y nosotros rodearlos con amor y comunicación asertiva”.
Explica que el mismo proceso del Gobierno da confianza, y que para ello ya no deben existir líneas imaginarias, se autoreconozcan los grupos, y se interrelacionen entre sí a través de un torneo deportivo de fútbol para que trabajen como equipo.
La mandataria destaca la importancia de mamá, papá, abuelo y de toda la familia en general. “Si desde la familia hacemos un buen trabajo, nuestros hijos serán mejores seres humanos”.
Edivar Vargas un joven “actor del conflicto” como él se autodenomina, tiene 22 años y 3 hijos, que son la razón de ser para pensar que no puede seguir en ese camino. “Quiero ser mejor persona para darle un mejor futuro a mis hijos, y no ser la misma persona de antes para que cuando crezcan no tener esa zozobra con mis hijos que lo van a matar, eso no es lo que quiero yo, quiero tener paz en mi corazón y seguir adelante”.
Alex Rocha, un empresario del sector que desde los 17 a los 24 años consumió droga, pero como él dice gracias a Dios dejó ese pasado por un llamado espiritual, asegura que en la voluntad está el cambio, y que por eso ahora desde su empresa donde promueve el turismo, hará acompañamiento para apoyar a los jóvenes que se involucren en el proceso del Distrito. ” Yo estuve salí y si se puede”, les dice.