Al firmarse el Acuerdo Final de Paz, entre el gobierno y las Farc-Ep, en Cartagena de Indias, los colombianos y colombianas nos enfrentaremos al Plebiscito del próximo domingo 2 de octubre, para refrendar y legitimar con nuestro voto los seis puntos de los Acuerdos pactado en La Habana durante los últimos cuatro años.
El tiempo empieza a correr para la dejación de las armas y terminación final de la guerra. Sin embargo Colombia debe afrontar en estos tres últimos días la profundización de la Pedagogía y campaña proselitista que desarrollan cada campaña para lograr el apoyo al “Sí” o al “No” en este Plebiscito por la Paz, para refrendar e implementar los puntos acordados o continuar con la guerra infinita. La campaña política previa a la jornada electoral ha estado marcada por una gran tensión, en la que han predominado las acusaciones sobre manipulación, distorsiones y falsedades de parte de ambos grupos.
La firma del Acuerdo con las Farc-Ep, desactiva la principal máquina del conflicto armado, pero no acaba totalmente con él, porque Colombia aún tiene el desafío de negociar o enfrentar a la guerrilla del ELN, y a diversas bandas criminales conformadas por paramilitares que no se desmovilizaron durante el proceso adelantado por el Expresidente-Senador Uribe. A ese panorama se agrega el hecho de que el narcotráfico, la principal fuente de financiación de la guerra y las bandas criminales, sigue siendo un gravísimo problema vigente en el país. Pero más allá del debate, lo cierto es que Colombia se vistió de blanco para firmar un Acuerdo de Paz que tardó más de medio siglo. Se sabe que no todos los riesgos se pueden reducir al conflicto y sus economías de guerra. Hay otros con apariencia de legalidad por lo que quizá el saboteador más preocupante, pero del que menos se habla será la combinación entre poderes locales, corrupción y las burocracias de la implementación del Acuerdo.
Ya la misión política del Consejo de Seguridad de la ONU, se halla en el país, lista para el proceso, porque indiscutiblemente, para la transparencia del Plebiscito es muy importante que la misión, esté en terreno nacional, para mayores garantías a los electores para que voten con toda libertad y tranquilidad. Después del Plebiscito, con el resultado de la decisión de los colombianos, se determinará si se continúa con el proceso de Paz o finaliza. Con el plebiscito aprobado, como la decisión es vinculante, acorde con el artículo 3° de la ley 1806 de 24 de agosto 2016, para efectos del desarrollo constitucional y legal del Acuerdo, el Presidente, Juan Manuel Santos, debe iniciar la expedición de decretos con fuerza de ley para empezar a aplicar los Acuerdos con las Farc-Ep. Además el Presidente, debe llevar todos los Acuerdos, por vía rápida, que permite un trámite especial, presentar proyectos de ley al Congreso, para ser tramitados con tal con tal procedimiento, que permite discutir y aprobar las leyes lo más pronto posible y poner en marcha el Acuerdo Final de Paz
Simultáneamente debe iniciar el proceso de dejación de las armas de las Farc-Ep, en el que los guerrilleros entregarán las armas a la ONU, que contendrá también el transporte
del armamento a las zonas, la destrucción del mismo; y la recolección y almacenamiento en contenedores del armamento individual de manera secuencial y en tres fases. También el Acuerdo del fin del conflicto, comienza la concentración de los guerrilleros en las zonas veredales, cerca de 17.500 hombres se trasladarán a las 28 zonas, estipuladas por el gobierno en todo el territorio, con el acompañamiento del mecanismo de verificación internacional, durante seis meses. Y al mismo tiempo seguirá todo el proceso de reincorporación de los miembros de las Farc-Ep. Se pondrá en marcha el Tribunal Especial de Paz para aplicar la Justicia Transicional. Así se conseguirá el final del conflicto, dando fin a 52 años de guerra fratricida.
Autor: Benjamín Maza Buelvas.