El propósito esencial de los gobernantes, tanto nacional como departamental, distrital y municipal; debe ser, garantizar el mejoramiento de la calidad de vida y bienestar del pueblo. Para ello es imprescindible diseñar e implementar políticas públicas que conduzcan a acrecentar y fortalecer la Inversión Social y Humana. Pero no como limosna o dádiva a los pobres y vulnerables; o como regalo generoso a los que nada tienen; sino como el reconocimiento de un derecho fundamental, consagrado en nuestra Constitución.
Siendo así el Distrito Especial de Cartagena de Indias, requiere aumentar la capacidad de gestión y el presupuesto. Implementando estrategias administrativas que hagan realidad la inversión en todas las personas, en la gente; porque no es asunto de caridad o filantropía del Alcalde Distrital, sino de Equidad, Inclusión y Justicia Social. Por lo cual la mejor solución no es el asistencialismo y las medidas paliativas con la que nuestros gobernantes, pretenden resolver la problemática social y humana que acosa sin clemencia a la inmensa mayoría de las y los cartageneros.
Le falta al Gobierno Distrital, invertir efectivamente en la gente; en toda la gente, pobres y ricos. Somos una sociedad en crisis de valores, sin seguridad, sin adecuada cultura, sin educación, sin salud, sin oportunidades, sin tolerancia, sin afecto, sin empleo y vivienda digna, sin óptimos servicios públicos, sin infraestructura apropiada, etc. Es inconcebible, que en Cartagena no disminuya la pobreza y se incremente la desigualdad. Sin calidad humana, ni calidad de vida; todo lo demás es apariencia, sin fundamento, sin sentido.
Luego, aumentar la Capacidad de Gestión y el Presupuesto Público es un compromiso y responsabilidad inmediata. Porque es la habilidad y liderazgo que demuestra el gobernante al encargarse de las tareas y procesos a su cargo en forma eficaz, eficiente, confiable y efectiva; haciendo uso de la recursividad y dinamismo que requiere el hacer que las cosas resulten, con el fin de satisfacer los derechos, aspiraciones y necesidades de la gente. La capacidad de dirigir, de gestionar, es el motor impulsor para el desarrollo de un país, de una ciudad, de una empresa o de una economía familiar. El gobernante tendrá capacidad de gestión, si cuenta con iniciativas y estrategias efectivas, para lograr las metas. Entendidas como procedimientos, alternativas, herramientas, pautas concretas en la toma de decisiones que reclama la comunidad.
Se requiere suficiente presupuesto, como instrumento indispensable para la implementación de la reestructuración de la Administración, orientada a aumentar la capacidad de respuesta a las demandas de la sociedad, así como también la calidad de los servicios que presta, tanto desde el punto de vista de la gestión como de los resultados. De ahí que el gobierno, tiene que comprometerse a resolver sus disensos y a articular una visión de ciudad de corto, mediano y largo plazo que apunte al crecimiento económico y al bienestar colectivo. En esencia, el Presupuesto es la herramienta que le permite al sector público cumplir con la producción de bienes y servicios para la satisfacción de las necesidades de la población, de conformidad con el rol asignado al Estado en la economía.
Por ser Cartagena de Indias, la Capital alterna del país, hay que exigirle al Presidente de la República, que salde la deuda Histórica Social que tiene el Estado y el Gobierno con nuestra ciudad. Para que no quede solo en retórica el declarado amor y afecto por Cartagena. Pues, debe evidenciarlo, porque el amor en política se patentiza es con la asignación y ejecución de partidas presupuestales suficiente que solucionen los problemas que afectan al pueblo.
Lo que se desea del Alcalde Mano Duque, es que sepa valorar lo que debe hacer en cada situación y que lo pueda llevar a feliz término; desde luego, que debe tener la disposición, la voluntad política y administrativa de hacerlo, con todo lo que ello implica. Se trata, en último término, de conjugar la trilogía de saber, querer y poder. Tiene que propiciar consensos y liderar la sumatoria de voluntades políticas.
Autor: Benjamín Maza Buelvas.