A los cartageneros lo que mayormente nos interesa, es que solucionemos entre todos nuestros problemas. Para ello, se requiere elegir un Alcalde eficiente, eficaz, efectivo y comprometido en cumplir sus responsabilidades. Que garantice a sus gobernados buenos servicios de educación, salud, seguridad, oportunidades de empleo productivo, vivienda digna, movilidad, etc.
Esto permite al mismo tiempo la exigencia del cumplimiento de la normatividad distrital; el pago puntual de los arbitrios, impuestos, tasas y contribuciones, avisos y tableros. Así como la transparencia en la emisión de licencias de construcción, o cualquier otro tipo de norma distrital. Que adquiera un compromiso férreo por limpiar la Administración Pública de cualquier empleado corrupto.
Por eso, después de que la inmensa mayoría de los comunales de la ciudad y los corregimientos; proclamaron en un Gran Encuentro en la Cancha Múltiple del Barrio Chiquinquirá, a Andrés Betancourt como candidato del pueblo; se envió un mensaje de unidad, de organización y la mayoría de los dirigentes comunales de Cartagena; tomaron la decisión histórica de ratificar el apoyo a esta candidatura; firmando solemnemente un Acuerdo Programático; sellando así en este magno evento, el compromiso de luchar por garantizar un triunfo contundente; para que como Alcalde del pueblo, asuma la gran responsabilidad política y social, de trabajar en equipo con el pueblo y para el pueblo.
En ese sentido, la mayoría de la ciudadanía cartagenera, ya está decidida a apoyar en forma irrestricta e incuestionable a, Andrés Betancourt. Porque al analizar objetiva y concienzudamente los resultados de todas y cada una de las demás candidaturas, se ha evidenciado que la intención irrenunciable del elector primario, es la de elegirlo el domingo 6 de mayo, Alcalde Distrital de Cartagena de Indias.
Ha llegado la hora de elegir masivamente un Alcalde legítimamente comprometido en cumplirle a la gente, truene, llueva o relampaguee. Entonces, hay que respaldar la elección de este candidato con liderazgo, carácter, autoridad, carisma, preparación, honestidad, transparencia, sensibilidad social, vocación de servicio, solvencia ética y moral, con capacidad de gestión y buenos resultados, con la voluntad política necesaria y suficiente; para cristalizar las reivindicaciones políticas, económicas, sociales, culturales y ambientales que interpreten fielmente las esperanzas de las comunidades.
Los ciudadanos no se deben volver a equivocar, eligiendo a sus propios verdugos. Tenemos que votar a conciencia, libre y autónomamente, con sensatez política, con independencia mental y con la convicción de acertar. Tampoco podemos ser indiferentes, apáticos, conformistas ni abstencionistas; porque las decisiones que toman los gobernantes, afectan tanto al que vota como al que deja de hacerlo. Jamás venda su voto, porque es tan culpable el que lo compra como el que lo vende. Y no sólo piense en usted, piense también en el destino de su familia y el de todos los cartageneros.
Para ello, es preciso analizar, comparar, diferenciar y discernir con claridad meridiana, el contenido y sentido de las propuestas programáticas de los candidatos en los debates que se desarrollen en los foros y en los diversos escenarios en que participen de frente al pueblo. Además, examinar e interpretar sus cualidades, su idoneidad, su experiencia, su trayectoria y sus acompañantes; sacar conclusiones contundentes que evidencien cuál de los tantos es, el Alcalde o Alcaldesa que mejor puede gobernar a Cartagena; para no improvisar ni equivocarnos, y no ingresar después, al coro de lamentaciones y arrepentimientos.
Urge elegir un Alcalde verdaderamente comprometido con los intereses colectivos, dispuesto a enfrentar, confrontar y derrotar la pobreza, la inequidad, la corrupción y la desigualdad reinante. Por ello, la mayoría del pueblo ha decidido elegir a Andrés Betancourt, cuyo desafío principal es gobernar a Cartagena entre todos, fundamentado en el buen gobierno y la democracia participativa. Luego, es inaplazable elegir la mejor opción, que tenga también a su alrededor, a ideólogos y estrategas que lo asesoren bien. Que designe en los cargos a personas por meritocracia y no sólo por recomendaciones acordadas en conciliábulos.
Por: Benjamín Maza Buelvas