Después de cuatro días del Plebiscito para refrendar el Acuerdo Final de Paz, es conveniente y necesario reflexionar, en torno a las principales causas de la pérdida del SÍ. Porque existen diversas versiones al respecto.
Señalemos que los mensajes de los defensores del No, fueron más unificados que los del SÍ. Con sus mentiras los del NO, manipularon y engañaron a muchos incautos que no habían leído el contenido y sentido de los puntos del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera. Lo cual le dio mayores dividendos electorales, especialmente en la sociedad ultraconservadora miedosa a los cambios. Las Redes Sociales cumplieron un papel determinante para generar miedo, rencor, resentimientos, sed de venganza con las Farc-Ep y satanizar las bondades del Acuerdo; que buscaba lograr la tan ansiada Paz con Justicia Social; que el pueblo reclama desde hace 52 años de guerra fratricida.
Los promotores del NO, supieron aprovechar el descontento de la mayoría de los sectores por las políticas económicas, sociales, laborales y pensionales vigentes; logrando politizar y polarizar al país. Valiéndose de la impopularidad del Presidente, pregonada por las encuestas de los dueños de los medios de producción del país, convirtieron el Plebiscito en una votación contra Santos, quien es tildado además, de carácter débil ante la Comandancia de la Farc-Ep.
Ante la difícil situación que atraviesan los venezolanos, Uribe y sus séquitos se aprovecharon de la indiferencia, del altísimo abstencionismo, la baja cultura política de muchos ciudadanos; ya que disminuyó la compra-venta de votos; de la confianza y triunfalismo de los partidos de la Unidad Nacional; infundieron miedo y terror, mediante el sonsonete mediático de que votando SÍ, se le entregaría Colombia dizque al “Castrochavismo” y al Comunismo. Sin expresar la realidad, que el rol de Venezuela y Cuba, se circunscribió a respaldar el proceso de diálogo y concertación; el primero como acompañante y el segundo como garante.
Uribe en unión del ex Procurador Ordóñez y del Pastor Arrázola entre otros, pregonan que rechazaban el Acuerdo, porque se “vulneraba” la institución de la familia. Porque se le había incluido lo referente a la “ideología de género”. Según los Uribistas y demás copartidarios, al apoyar el Acuerdo y votar SÍ, implica también aumento y mayores impuestos. Uribe resalta que los Acuerdos atentan contra la propiedad privada y la “dignidad” de las Fuerzas Militares.
Sin decirle al pueblo la verdad verdadera, que consiste en que al no concretarse el propósito de la Paz con las Farc-Ep, SÍ necesariamente, se tendrá que subir los impuestos para seguir sufragando los efectos gravísimos y costosos del conflicto armado, por la inversión en armas y la atención que debe brindarse a las víctimas. Los tributos que sí contempla el Acuerdo Final, son para los latifundistas dueños de tierra, que los
han eludido y evadido, porque el país no cuenta actualmente con un verdadero Catastro en el Campo, originando que los grandes dueños de la tierra, casi no pagan impuestos. Y precisamente, el Acuerdo, conlleva a la actualización de la base de Datos del Catastro y a la implementación de un sistema para el cobro del Impuesto Predial.
También le hizo mella al SÍ, la distorsión de la verdad por parte de los impulsadores del NO, de una falsa impunidad para los culpables de crímenes de guerra y de lesa humanidad. Sin embargo, el Acuerdo Final es claro en que los miembros de las Farc-Ep que hayan cometido delitos menores serán indultados, mientras que los crímenes graves serán juzgados en un Tribunal Especial, mediante Justicia Transicional. Quienes digan toda la verdad y se comprometan a reparar a las víctimas, pagarán entre cinco y ochos años de trabajo comunitario, y los que se demoren o no lo hagan pagarán entre cinco y 20 años de cárcel, esto aplica no solo para las Farc-Ep, sino también para las Fuerzas Militares y los civiles implicados. No es justo que el rencor del citadino haya vencido el perdón del campesino, víctima de la guerra. Luego, con mayor compromiso, tenemos que insistir, persistir y jamás desistir en el logro de la Paz.
Autor: Benjamín Maza Buelvas.