Infortunadamente, Cartagena está clasificada como la Segunda ciudad de Colombia con mayor Exclusión Social. Es decir, una de las Capitales donde pulula mayor pobreza, discriminación, marginación, vulnerabilidad y desigualdad. Exclusión Social, no es más ni menos, que la falta de Participación de sectores de la población en la vida social, económica y cultural de la sociedad; debido a la carencia de oportunidades, derechos, recursos, capacidades básicas y protección social; factores que hacen posible una Participación Social plena.
Nuestra Constitución, establece en su artículo 366 que: “El bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de la población, son finalidades sociales del Estado… Para tales efectos, en los Planes y Presupuestos de la Nación y de la entidades territoriales, el Gasto Público Social, tendrá Prioridad sobre cualquier otra asignación”. Precisamente, lo que más nos ha faltado, es que nuestros Gobernantes Distritales, inviertan efectivamente en la gente; en todos sus habitantes, sin excepción; pero primordialmente en los pobres y vulnerables.
Luego, es inaplazable incrementar los recursos propios de Inversión Social y Humana, complementarlos con mayores asignaciones presupuestales provenientes de la Nación, del departamento. También a través de alianzas público privadas, como resultado de la capacidad de gestión y de liderazgo que ejerza el Alcalde Distrital, en sinergia con las Fuerzas Vivas del Distrito, especialmente con los Congresistas, en el escenario Nacional e Internacional; mediante la presentación de Proyectos de Inversión. Pero muchísimo cuidado, no basta conseguir los recursos; es necesario priorizarlos, aplicarlos y controlarlos de forma concertada y transparente. Esta es la verdadera clave para disminuir el flagelo de la Pobreza, la Inequidad y la Exclusión Social, predominante en Cartagena de Indias.
Este debe ser el desafío del Alcalde, Manolo Duque, para reorientar los esfuerzos por influenciar significativamente las asignaciones y ejecuciones presupuestales con perspectivas de derechos sociales y humanos. Contrarrestando así la Revocatoria de su Mandato. La que considero inoportuna en este momento, pues hay que brindarle la oportunidad a Manolo Duque, que se pellizque duro, reaccione y cumpla su Plan de Desarrollo. Pero que no la desestime ni menosprecie, por ser ésta un mecanismo de Participación Ciudadana consagrado en nuestra normatividad legal y porque tiene que recomponer pronto su Gobierno.
La ejecución de su Plan de Desarrollo, debe llevarlo a priorizar la Inversión Social y estabilidad Económica que cristalice el mejoramiento de la calidad de vida y el bienestar de todas y todos los cartageneros. Para que Cartagena pueda ser incluyente y sostenible. Pero necesita rodearse de colaboradores y estrategas que trabajen siempre en equipo, que lo asesoren bien. Que estén convencido de la importancia de la Democracia Participativa, de la trascendencia de la Descentralización administrativa, fiscal y política, y de lo fundamental del fortalecimiento del Proceso de Participación Ciudadana y Comunitaria.
Cartagena necesita contar con un Alcalde, que no se tuerza, que inspire confianza, con independencia mental, que se distinga por su sensibilidad social, su cumplimiento; que escuche a la gente y de soluciones pertinentes, con base en los criterios del equipo y tome como sustento las necesidades más sentidas de la comunidad, para lograr cohesión social. Un Alcalde, que logre liderar y articular los intereses de cada sector de la Administración, con miras a reorientar el
rumbo de nuestra ciudad. Que tenga vocación de servicio y vea a la Alcaldía, como un gobierno dinamizador, con visión de futuro y facilitador del desarrollo social.
Se requiere que el Alcalde, Manolo Duque, aplique su capacidad para interlocutar y concertar con el Presidente de la República, con sus Ministros, los Congresistas, el Gobernador, los Diputados, los Concejales, los Ediles, las Organizaciones Comunales y Sociales, la Academia, los trabajadores, los Periodistas, las mujeres, los gremios, etc. Y tenga las relaciones que generen sinergia, propicie y aúne consensos y voluntades; para ganar apoyo en la ejecución de Inversiones Sociales, Obras, Servicios y Macroproyectos imprescindibles, etc. Este pueblo necesita contar con un Alcalde Distrital, que tenga visión de futuro, evidencie su liderazgo y ganas de acertar. Y ese liderazgo, no es más que la capacidad de transformar la visión en realidad.
Autor: Benjamín Maza Buelvas.