Venezuela y la paradoja de la guerra

“Tenemos muchas opciones para Venezuela, incluyendo una posible opción militar si es necesario”, Donald Trump.

Analicemos las implicaciones y posibilidades de la invasión y una punzante guerra.

En medio de los mil problemas por los que es embestido el país día a día; escasez de alimentos y medicinas, inflación (astronómica), inseguridad, protestas, muertes a diestra y siniestra por parte de los que se suponen deben defender y proteger a los ciudadanos pero que solo se mueven al son del las miserias que les dan. La inhabilitación, persecución, encarcelación y aniquilación política de la mayoría de los dirigentes de la oposición, entre muchos otros que me ocuparían por completo este post.

El mediático presidente de Estados Unidos desde su embestidura ha hecho de la polémica su bandera.

Desde su toma del poder siempre se ha declarado en contra del gobierno de Nicolás Maduro, su gabinete y séquito, congelando bienes, retirando visas y anunciando medidas legales en contra de los altos mandos.

Ahora ha llegado el momento de poner mano dura.

La inminente guerra

La nación de Bolívar representa uno de los territorios más rico en minerales, recursos forestales, petróleo, hidrografía, flora y fauna del mundo, y teniendo en cuenta que es uno de los países con suelos fértiles en toda su envergadura.

Esto convierte a Venezuela en un objetivo del mundo para apoderarse de sus riquezas, pero en vista que no estamos en la época de la colonia (para molestia de muchos) es imposible e inaudito una acción de invasión o colonización.

Venezuela y Estados Unidos están suscritos a la ONU y  a la OEA, así como a otras organizaciones internacionales que velan por los intereses políticos, sociales y económicos de toda la región y de las naciones que los conforman.

Las declaraciones de Trump han causado un escándalo mediático, terror, alegría, felicidad y miedo, esperanza y ánimos bélicos. Todos toman de ejemplo el historial de EEUU y su total descaro en manipular y mover a su antojo fichas y situaciones para promover sus ataques armamentísticos y saquear países enteros (torres gemelas, Boko haran, Crimea, ISIS entre muchos otros).

En el caso de latinoamérica todos ponen como ejemplo lo sucedido en Panamá para acabar con la dictadura de Manuel Antonio Noriega, lo que ha generado consternación en cada uno de los venezolanos.

Perro que ladra

Antes que gritar, esconderse bajo la cama o salir a grita a todo pulmón ¡Madit* Maduro! Debemos tener en cuenta que no hay la más mínima posibilidad que algo así suceda, al menos hasta que Trump haga una jugada maestra.

En las organizaciones y tratados en los que están sujetos ambas naciones en latente conflicto bélico hay estatutos que prohíben cualquier situación que enmarque un conflicto armado o invasión.

Es decir, en la OEA esta establecido que si un país que este dentro de las regulaciones de la organización dispara la primera bala el resto de los países se voltearan en su contra, más claro, si EEUU ataca a Venezuela (sea cuál sea el motivo) el resto de latinoamérica tiene la obligación de participar en dicho conflicto pero en contra Estados Unidos.

Esto mismo es lo que mantiene en un delgado hilo la tensión entre Corea del Norte y la nación norteamericana. Ninguno esta dispuesto a iniciar la tercera guerra mundial y tener cómo enemigos a medio planeta.  Por más que Trump, Maduro y Jong-un parloteen y se insulten entre ellos hay un gran peso político que mantiene sus dedos lejos del botón rojo.

Los último retazos de esperanza

Sin intenciones pesimistas, la situación en no pinta nada bien para Venezuela, entre el conflicto interno que esta quebrando a la oposición, los presos políticos, la represión en las manifestaciones, la persecución a periodistas y la mínima libertad de expresión. Acentuado con la aprobación de la Asamblea Nacional Constituyente, una excusa para hacer “legar” la dictadura y darle poder absoluto a Maduro para hacer y deshacer a su antojo.

La proclamación de Trump es el llamado de atención más fuerte y contundente al mundo, tal vez con esto el resto de países del hemisferio, Europa y Asía logren ponerse de acuerdo y generar métodos de ayuda para una nación que se esta desangrando.

Así como el estatuto que impide hacer real la dicha invasión, hay otros que con solo ser aprobados pueden salvar miles de vidas y darle un jalón de orejas al Presidente venezolano, pero hasta que todos los integrantes de la organización se pongan de acuerdo esto no pasará.

Mientras miles buscan desesperados huir del país, otros se resignan a quedarse y luchar por lo que puedan salvar, el oficialismo y la oposición juegan a  volver loco a un país, el objetivo es no perder el norte, mantenerse firmes y sin importar en que parte del mundo se encuentren, todos y cada uno de los venezolanos deben hacer un llamado al mundo para despertar conciencias y hacer ver la realidad que hunde al país.

Por: Jesus Coello

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