Se aproxima el año nuevo y Cartagena sigue sumida en la peor crisis de gobernabilidad, porque no contamos con un buen Alcalde Titular elegido popularmente, que se sienta totalmente comprometido en superarla, ni menos liderar lo pertinente para mejorar la suerte del desatendido e ignorado pueblo cartagenero.
Por eso, la ciudadanía sigue urgiendo y exigiendo cada día con mayor indignación y acción al Presidente, Juan Manuel Santos, que no deje morir la Democracia Participativa en Cartagena, convocando a elecciones ya, porque necesitamos elegir en forma libre, autónoma, legítima y democrática un buen Alcalde o Alcaldesa en propiedad.
Pero no cualesquier Alcalde improvisado, sino un Alcalde preparado de verdad, un Alcalde de consenso, que conozca a fondo nuestra problemática. Capaz de liderar la superación entre todos y todas, esta insoportable crisis que nos asfixia y sepa implementar políticas públicas y estrategias, en sinergia con las Fuerzas Vivas de la ciudad y sus corregimientos; que logre alcanzar los objetivos y metas trazadas.
Por lo que reiteramos al Presidente Santos, que no dilate más la convocatoria, ni prolongue su indiferencia e ingratitud con Cartagena, que interiorice que no podemos seguir viviendo sólo de “esperanza”; porque lo que urge es maximizar la capacidad de gestión y evidenciar los resultados esperados. Que empiece a reivindicarse, expidiendo el decreto de convocatoria, como una muestra del Gran Aguinaldo histórico que se le adeuda a Cartagena y sus comunidades. Para ello, es imprescindible e inaplazable, acabar con esta indefinida e injustificada interinidad.
Elijamos un nuevo Alcalde, que genere credibilidad y confianza, e impulse con su liderazgo, el compromiso de la sociedad cartagenera para llevar a la ciudadanía a un mejor nivel de bienestar. Con la implementación de un buen Plan de Desarrollo Distrital, seguramente se podrá lograr ese cometido. Porque la función primordial de un buen gobierno, es buscar servir de la mejor manera al pueblo. Todo lo anterior, sujeto a la disponibilidad de recursos y del Talento Humano. Pero lo más importante, sujeto al liderazgo, voluntad política y administrativa y compromiso del gobernante.
Para que Cartagena pueda ser democrática, incluyente, sostenible y competitiva. El Alcalde debe rodearse de ideólogos y estrategas que lo asesoren bien; que apliquen el Trabajo en Equipo, tengan sentido de pertenencia y sean verdaderos dolientes de Cartagena. Que implemente una Reestructuración Administrativa que Modernice la Organización y Funcionamiento de la Administración.
Que esté plenamente convencidos de la trascendencia de la Democracia Participativa, de la Descentralización Administrativa, Fiscal y Política, y del Fortalecimiento del Proceso de Participación Ciudadana. Y en este proceso vital, debe jugar un rol protagonista, significativo y determinante, la Dirigencia Cívica, Comunal, Social y Comunitaria. Y que no se tuerza, no se elitice y no sea títere de nadie. Porque el liderazgo, la autoridad y el poder son para ejercerlos dignamente, dentro del marco legal.
Un buen Alcalde, debe ser transparente, eficiente, eficaz y efectivo en el manejo de los recursos públicos. No se trata solamente de realizar Gastos e Inversiones, sino de hacerlos en donde se obtenga el mayor beneficio social y humano. Las técnicas y estrategias en la ciencia económica existen para evaluar todo. Pero la ética, la voluntad política y administrativa, es lo que muchas veces falta para realizarlo. El desafío del elector cartagenero, debe ser elegir a un Alcalde o Alcaldesa que vele por los intereses de toda la sociedad y que defienda y fomente el cumplimiento de la ley.
Necesitamos un Alcalde, que aplique su capacidad para interlocutar y concertar con la clase política, con la Academia, con las organizaciones sociales, con los sindicatos, con las mujeres, con los jóvenes, con los gremios económicos, etc. Y tenga los contactos, las relaciones, el talante, el temple y genere la simbiosis para convencer y exigir aunar voluntades con el Gobierno Central; para el apoyo a la ejecución de Inversiones Sociales, Obras, Servicios y Macroproyectos determinados.
Las Fuerzas Vivas tienen que dimensionar las ventajas de consensuar y concertar con el nuevo mandatario; un Compromiso sustentado en Prioridades de Inversión Social y en Desarrollo Humano. Un Compromiso Sincero liderado por el Alcalde Distrital, que conduzca a fortalecer las Instituciones Democráticas del Estado y la relación con la población.
Por: Benjamín Maza Buelvas
