Senador Fernando Araujo se defiende sobre acusaciones contra su familia de invasión de predios en Cartagena
Por Fernando Nicolás Araújo
Hay sectores instrumentalizados tal vez por la izquierda cercana a las Farc que quieren enlodar el buen nombre de mi familia.
El principal patrimonio de Alberto Araújo Merlano es su nombre. Ha soportado infamias, destapado ollas podridas e impulsado el desarrollo durante más de setenta años, siempre con la frente en alto, sin tacha alguna. A sus noventa y cuatro años, mi abuelo, sigue siendo un faro ético y moral.
A principios de los años noventa, antes de que construyeran el Anillo Vial, mi abuelo con un grupo de socios adquirió lo terrenos que hoy ocupan el Hotel Las Américas, el Centro de Convenciones y unos lotes adyacentes en Cielo Mar. Esos terrenos, no son producto de rellenos ni de concesiones, tienen una tradición de más de cuatrocientos años.
Las playas del Hotel Las Américas no son de propiedad de mi abuelo. Son bienes de uso público concesionados a él. En un momento, hace un par de años, las concesiones fueron dejadas sin efecto por la Honorable Corte Constitucional por considerar que no se había tramitado consulta previa con la comunidad de la Boquilla. No se hizo porque no era un requisito exigido por las autoridades cuando se tramitaron las concesiones mencionadas. La sentencia se acogió, se tramitó la consulta previa y la concesión fue otorgada de nuevo.
Chambacú era un lote de la antigua Inurbe vendido en el gobierno de Ernesto Samper. Mi padre con un grupo de socios, adquirieron el lote a un precio mayor al avalúo comercial del mismo, dejando una buena utilidad a la Nación. Hoy son propiedad de particulares que nada tienen que ver con mi familia. La Fiscalía resolvió ese caso en favor de mi padre, quien ni siquiera pudo defenderse por estar secuestrado por la guerrilla de las Farc. Secuestro del que se fugó, con valor y coraje, en medio de un operativo de rescate de las Fuerzas Armadas.
Cuando no tienen argumentos acuden a las calumnias y a las mentiras. Decidí incursionar en la política y detener mi carrera empresarial para servir a Colombia y defender los valores democráticos. Me atacan los que buscan imponer un régimen castrochavista como el de Venezuela. Seguiré en esta lucha, por la defensa de mi patria.