Por: Teodoro Da Silva.
El deporte paralímpico colombiano ha sido testigo de numerosas hazañas a lo largo de su historia, pero si hay alguien que dejó una huella imborrable en la memoria colectiva, ese es Pedro José Mejía. En 1980, este valiente atleta se convirtió en el primer medallista de oro en los Juegos Paralímpicos de la historia de Colombia, marcando el comienzo de una era de éxito en el deporte adaptado del país cafetero.
La historia de Pedro es una inspiración para muchos y un recordatorio de que las limitaciones físicas no deben ser obstáculos para alcanzar la grandeza.
Este caleño demostró en los Juegos Paralímpicos de Arnhem, Holanda, su tenacidad, Pedro Mejía dejó una huella imborrable al colgarse una medalla de bronce y una de oro. Estos logros son un testimonio de su determinación y espíritu inquebrantable.
Desde temprana edad, Pedro enfrentó una adversidad que podría haber limitado su desarrollo. Debido a un medicamento que su madre tomó durante el embarazo, su fémur y tibia izquierdos no se desarrollaron correctamente, y los médicos pronosticaron que nunca podría caminar. Sin embargo, Pedro demostró que estaba destinado a hacer mucho más que caminar.
A los 9 años, descubrió su pasión por el deporte, y el amor fue mutuo desde el primer momento. Durante 16 años, se dedicó en cuerpo y alma a la natación, hasta que los Juegos Paralímpicos, conocidos en ese entonces como Juegos Olímpicos para personas con discapacidad, cruzaron su camino. Estos juegos marcaron un antes y un después en su vida deportiva, catapultándolo hacia un nuevo nivel de competencia y dándole la oportunidad de representar a su país.
Su destacada actuación en aquellos juegos no solo le dio brillo personal, sino que también inspiró a toda una nación. Colombia empezó a destacarse en el deporte adaptado gracias a sus dos valiosas medallas, y desde entonces se ha convertido en un referente en América y el mundo.
Después de su participación en los Juegos Paralímpicos, Pedro continuó nadando y finalmente se retiró en 1986, dejando un legado imborrable en el deporte colombiano. Se consagró campeón del mundo en Suecia, donde estableció un récord mundial y obtuvo el oro y una medalla de bronce en los 100 metros pecho y espalda. Su nombre quedó grabado con letras doradas en la historia deportiva de Colombia.
Por: Teodoro Da Silva.
Pedro Teodoro Mejía Da Silva