Al confirmarse la renuncia irrevocable de Manolo Duque, ante el Presidente Santos, le debe ser aceptada pronto, produciéndose entonces la vacancia absoluta. Porque en el caso de los Distritos, el Presidente es la autoridad competente y no el Gobernador, conforme al artículo 10 de la Ley 768 de 2002 y artículo 32 de la Ley 1617 de 2013. Luego, el Presidente debe convocar a elecciones atípicas, en un término no superior a noventa (90) días, para elegir al nuevo Alcalde o Alcaldesa Distrital de Cartagena, que culmine el período institucional.
Ya se conoce y seguirá creciendo como espuma, la baraja de aspirantes de toda índole para la Alcaldía. En tales condiciones, suelen realizarse todo tipo de reuniones de los gamonales y representantes de las casas políticas, partidos y movimientos políticos, en alianzas con sus financistas, con el propósito de asegurar el apoyo de las poderosas maquinarias y armar las tradicionales coaliciones, que les garantice repartirse indefinidamente el poder. El desafío y responsabilidad histórica de las Organizaciones Sociales del Distrito y en especial, la Dirigencia Cívica, Comunal y Comunitaria; es unirse y respaldar un Candidato que reúna el Perfil y las calidades humanas requeridas.
Pero en esta oportunidad, la ciudadanía debió aprender la lección y no se debe seguir equivocando, pues tiene el reto y la responsabilidad histórica de reflexionar, elegir y empoderar la mejor opción de gobierno; si no seguiremos sumidos en el marasmo de las improvisaciones, soportando estoicamente el continuismo de gobernantes impuestos, escogidos irresponsablemente en conciliábulos cerrados, carentes del más mínimo contenido social y humano. Gobernar bien a Cartagena, es un reto mayúsculo y mucho más en estos graves momentos de crisis de gobernabilidad. Por lo que no se debe improvisar. Hay que decir, basta ya de tanta prédica demagógica, que sólo sirve para manipular a incautos.
No obstante, en medio de la confusión, la interinidad y el desequilibrio ético, cultural, económico, social, ambiental y político de nuestro Distrito Especial; existen reservas democráticas alternativas; que permiten asegurar que la problemática de Cartagena, sí tiene solución, y que en sinergia vale la pena adelantar un profundo proceso de construcción e implementación de verdaderas políticas públicas que lideren, orienten, coordinen, armonicen y articulen; la adopción coherente, transparente, contundente y consecuente; de los distintos compromisos que tiene el Estado y el Gobierno; para superar la crisis y lograr el mejoramiento de la calidad de vida de la gente.
Lo que ha fallado hasta hoy, es liderazgo, sensibilidad social, unión, organización, acción, voluntad política, administrativa, y el compromiso de los Alcaldes de turno, con las Fuerzas Vivas de Cartagena y su pueblo. Por eso, en justicia, esta ciudad merece ser gobernada con lujo de competencia. El nuevo Alcalde, tendrá que encarar y empezar a solucionar; el desempleo galopante, la pobreza y exclusión social, la crisis de la salud y de la educación pública; la inseguridad ciudadana; la violencia intrafamiliar, la desigualdad, los caros y malos servicios públicos, el estancamiento y retroceso del proceso de Descentralización y Participación Ciudadana, la inequidad e injusticia social, etc. Siendo que el liderazgo, la autoridad y el poder, son para ejercerlos dignamente, dentro del marco legal.
Reitero, que no se justifican excusas para abstenerse de votar, vender el voto o votar sólo por amiguismo, promesas o ilusiones fantásticas que jamás se cumplen. Ya que las decisiones que se toman afectan tanto al que vota como al que no vota. Y después no hay autoridad ética ni moral para exigir los derechos. Los mismos con las mismas, tuvieron su oportunidad, cumplieron su ciclo y lo que han hecho siempre es empeorar la crisis. Si se sigue votando por ellos, se obtendrá los mismos o peores resultados.
Rescatemos el liderazgo, la credibilidad, la legitimidad, la confianza y gobernabilidad perdida en nuestros gobernantes y dirigentes políticos. No dudar que si todo el sector social, actúa unido sinceramente y apoya un único Candidato a la Alcaldía con méritos y calidades, con carisma, con capacidad de gestión y de transformar las prácticas políticas y administrativas dominantes, con independencia mental para tomar decisiones; seguramente las Organizaciones Sociales serán determinantes en la elección del nuevo Alcalde o Alcaldesa de Cartagena, quien no defraudará a la gente; porque su inexcusable compromiso será Gobernar Bien, combatiendo los flagelos que afectan a los cartageneros y avanzar hacia el desarrollo armónico sostenible y competitivo.
Por: Benjamín Maza Buelvas