Se acerca el día de los enamorados y qué mejor que una buena canción para decir a quien más quieres todo lo que sientes. Todos nos hemos puesto romanticos alguna vez con Laura Pausini, Los Panchos, Felipe Pirela, incluso con las Voces Billo Hoy, de mis amigos Los Campanella.
Sin embargo, muchos piensan que no todos los géneros valen para reflejar estos sentimientos de amor y amistad, Como el reggaeton, Ese género tan fuera de lógica por machista pero a la vez divertido para bailar de madrugada, la inspiración en una letra de maluma que oí hace poco tiempo, y que decía lo siguiente:
La primera se desespera
Se encojona si se lo hecho afuera
La segunda tiene la funda
Y me paga pa’ que se lo hunda
Los autores no se andan por las ramas y hablan claro, sin tapujos. En este caso, unos muchachos sin experiencia han pillado la canción; y le han metido una letra en la lengua de Cervantes, para contar cómo fueron sus primeros devaneos con el sexo opuesto. De alli a que Maluma sea condecorado cual shakespeare Colombiano, con letras romanticas que te convidan al mejor sexo.
Los tiempos han cambiado mucho, ahora para conquistar a alguien no necesitas poemas, buenos comportamientos o cosas por el estilo como antes, ahora hablas un par de babosadas copiadas de una canción (no cualquiera, tiene que ser una sin sentido, ni sentimiento, si esas, las que se comprenden más rápido y no tienen tanto artilugio), en si en cierta forma enamorar es más fácil, para los que conocen estas canciones claro está, para otros (nosotros) que no, la cosa se complica. Porque el amor hoy en día sucumbe ante una noche de gata fiera y mejor si nos vamos a la cama, mamacita. El amor se ha reducido a una caja de condones, a un generoso tubo de Love Lub, al atrévete-te que revienta en el tímpano con un vaso de cerveza al polo. Esto del amor se va convirtiendo en culto arraigado del si te vi no me acuerdo, del choque y fuga con heridos y contusos.
De un tiempo a esta parte, el amor se presenta en forma de escote con siliconas prestas a aprisionarte la cabeza en un dos por tres. Hoy el enamoramiento se pone cara de blue jeans al cuete y quiere tomarse un pisco sour doble contigo, pero si es con él y con el otro, mejor todavía. Ellas, las sandungueras del amor, saben distinguirse cuando están necesitadas de afecto pues éste siempre será inversamente proporcional al tamaño de su minifalda.
A mí que nadie me venga a preguntar lo que es el amor, porque las respuestas se me están terminando. Si digo que el amor es tomarse un helado a media tarde -hablando de cualquier cosa, de nuestras vidas, de nosotros- jamás va a compararse pues a ese que no te regala un helado, sino un par de indiferencias, y a ver si me acuerdo de lo fácil que eres.
Yo prefiero seguir pensando que el amor es esa canción que me lleva de un tiempo a otro. Seguiré creyendo que el amor es regalar prosas que terminen con un te quiero escrito con sangre. El amor es brindar con vino los domingos, acariciarle el rostro hasta sentir su respiración, llorar cuando se va, abrazarlo a su regreso.
Prefiero seguir pensando que el amor, algún día volverá a ser como era antes, con una rosa en una mano y un poema en la otra, algo que buscaste o escribiste tú mismo inspirado en tan solo el recuerdo de su rostro.
Por: Nena Botero de Giha
Gerente General Tourism Hotels Inmobiliaria.