La forma mas sencilla de comprender a Jorge Artel y su obra, es a través de estos tres elementos; la voz (Cantada), el tambor y la gaita. Estos son a mi parecer, los elementos que mejor describen al hombre y al poeta que fue.
Agapito de Arcos como era conocido Artel en el mundo literario, creció rodeado de las voces caribes colombianas en su natal Cartagena, compuestas por la oralidad cultural, el tambor y la gaita propias de la cultura negra e indígena de la región…
La primera persona que se me vino a la mente al leer la obra literaria de Jorge Artel fue Petrona Martinez, la Reina del Bullerengue suele comentar, que no es ella quien canta si no todo ese generacional que la precede; compuesto por aquellos tíos, abuelos y padres que le enseñaron a cantar. Al igual, Jorge Artel en su poesía deja ver la voz de sus ancestros entriscada en aquel dialecto costeño y esos versos sonoros que el llama poemas, y que bien podrían confundirse con estribillos de Bullerengues y Cumbias.
Negro soy desde hace muchos siglos.
Poeta de mi raza, heredé su dolor.
Y la emoción que digo ha de ser pura
en el bronco son del grito
y el monorrítmico tambor… Estrofra de “Negro Soy”- Jorge Artel
Artel transforma el tambor en la sangre que lo vincula con sus ancestros y la gaita en la interrelación y fraternidad entre la raza negra y la indígena.
Estos elementos cobran vida en su poemario para vincular el pasado con el presente y recurre a ellos para remembrar la importancia del autoreconocimiento cultural y racial al momento de crear una identidad propia y colectiva.
En su obra, Artel logra remembrar las voces usadas por sus ancestros a la hora de cantar sus penas en los sembradíos, las voces que usaron para animar los Bundes y los ritos con los que se negaban a ver morir su cultura, y la voz que usaron para gritar ¡¡ya basta!! al momento de rebelarse. Con esta remembranza Artel nos transporta a aquella época de la esclavitud y luego nos trae de vuelva al presente en otro párrafo para recordarnos la importancia del autoreconocimiento de la identidad histórica de nuestra raza.
Gaitas lejanas la noche
nos ha metido en el alma.
¿Vienen sus voces de adentro
o de allá de la distancia?… Estrofa “Ahora hablo de gaitas” – Jorge Artel
Su voz de protesta se siente hacia aquellos que niegan su raza, al intentar diluirla entre el árbol genealógico del intercambio cultural y es allí cuando recurre a la historia y a los elementos culturales para recordarles el origen de su sangre y hacerles ver que no es menos digna que de la que tratan de apropiarse.
Porque solo nuestra sangre es leal
a su memoria. Ni se falsifica ni se arredra
ante quienes nos denigran
o, simplemente, nos niegan.
Esos que no se saben indios,
o que no desean saberse indios.
Esos que no se saben negros,
o que no desean saberse negros.
Los que viven traicionando su mestizo,
al mulato que llevan —negreros de sí mismos—
proscrito en las entrañas,
envilecido por dentro… Estrofa “Poema sin Odios ni Temores” – Jorge Artel
“solo la lealtad a la memoria y a la tradición pueden construir dicha identidad” (Tomado de Tambores en la Noche).
Jorge Artel es fiel a su geografía y a su raza, es leal a la voz de sus ancestros, al sonido del tambor y la gaita; y hace un llamado a no negar nuestra procedencia, ha aceptar nuestro pasado y construir una identidad dentro de este contexto sin la vacilación de creernos mas ni menos.
Por: Andys M. Ortega Salas
Editor de Contenidos