Hoy lunes, 1 de mayo, se conmemora el Día Internacional del Trabajo, señalado en el calendario para rendir homenaje a los trabajadores que lucharon y luchan por sus derechos y reivindicaciones. El origen de este día se remonta al 1 de mayo de 1886, cuando los sindicatos de Estados Unidos obligaron a la patronal a cumplir con las 8 horas diarias de jornada laboral. Su ideal era: 8 horas para trabajar, 8 para dormir y 8 para el ocio. Los trabajadores que no lo consiguieron convocaron una huelga que acabó con varios heridos y muertos. En su honor, el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, declaró el 1 de mayo Día del Trabajador.
Por ello en Colombia cada 1 de mayo, los trabajadores se toman las ciudades capitales, municipios, pueblos, corregimientos, caseríos y veredas; para exigir mayor empleo, estabilidad laboral, mejoras en salarios, prestaciones económicas y sociales; reconocimiento de salarios acorde con el perfil y funciones del trabajador, temas legales y políticos, de los que se hablan y se lucha firmemente en la tradicional marcha del Día del Trabajo.
Este año saldrán motivados por la pronta firma del acuerdo salarial con el gobierno en el sector estatal y en general exigir mejorar en todos los sectores; exigiendo la reducción significativa del galopante desempleo, el subempleo, la informalidad y tercerización laboral. También para darle un espaldarazo a los Acuerdos de Paz y para pedir, como todos los años, mejores garantías, participación y respeto a la vida de los trabajadores. En Cartagena marchan a partir de las 8 de la mañana, desde los Cuatro Vientos, por toda la Avenida, Bomba del Amparo, Transversal 54 y Avenida Kennedy, para rendir tributo a los trabajadores fallecidos al desplomarse el Edificio en el Barrio Blas de Lezo.
En Colombia es preciso, poner en marcha un Plan Estratégico para la Industria, que impulse un cambio de modelo productivo en nuestro país, para generar más riqueza y con empleo más productivo y de más calidad. El crecimiento económico debe llegar a todos y a todas los que intervienen en la empresa, no sólo a los empresarios. Para ello, es preciso crear empleo estable y de calidad, mejorar los salarios y reforzar las redes de protección social. Y para lograrlo necesitamos nuevas políticas y nuevos consensos. Luego, la creación de empleo digno y decente, debe ser prioridad Uno A del gobierno Central, de Gobernadores, Alcaldes y del sector empresarial; porque indudablemente, nuestro país es el campeón de la desocupación y la falta de oportunidades.
Mientras nuestros gobernantes y dirigentes no demuestran firme interés y decisión por resolver esta problemática, los monopolios, las multinacionales, los grandes industriales, comerciantes, inversionistas y capitalistas; aprovechan la crisis para despedir trabajadores, precarizar los salarios, obtener excepción y rebajas de impuestos y convenir concesiones y privatizaciones. Siendo el desempleo en criterio de los expertos, uno de los principales detonantes de la violencia e inseguridad que debe combatir el Estado. Hay que interiorizar que en nuestra Carta Política, el trabajo es definido como una obligación social y un derecho esencial que goza de la protección especial del Estado, donde toda persona tiene derecho a un trabajo en condiciones dignas, justas y decorosas.
En ese sentido, ante la grave crisis económica, social, ética y política, que afecta duramente también a Cartagena; agravada por los latentes focos de corrupción; se precisa, que nuestro Alcalde Distrital, Manolo Duque, con el concurso y participación efectiva de todos
los sectores dolientes del Distrito, tome decisiones estructurales e integrales que vuelvan la gente productiva, que les permita generar ingresos suficientes, incrementar la demanda y poder derrotar la pobreza, la exclusión y la desigualdad social imperante. Porque definitivamente, con tantos hombres, mujeres y jóvenes inactivos; la inseguridad, la ilegalidad y la corrupción, tienen con qué hacer su caldo de cultivo. ¡El Alcalde Manolo Duque, las Fuerzas Vivas de Cartagena y la ciudadanía en general, tienen la palabra!.
Autor: Benjamín Maza Buelvas.