Las acciones operativas realizadas en las salidas portuarias de Cartagena permitieron a la Armada Nacional y a la Fiscalía General de la Nación, detectar una modalidad de camuflaje de cocaína e identificar a la estructura que durante casi un año habría generado millonarias pérdidas al sector exportador con la contaminación de mercancía.
Contenedores refrigerados, utilizados para el envío de alimentos sensibles y que necesitaban condiciones especiales para el transporte, eran seleccionados y clandestinamente acondicionados en el piso para que pudieran almacenar diversas cantidades de cocaína; posteriormente, la estructura narcotraficante intentaba embarcarlos para que llegaran a Estados Unidos, países de Centroamérica y Europa.
Gracias al esfuerzo investigativo y operativo de la Armada Nacional y la Fiscalía General de la Nación con el apoyo de las agencias estadounidense HSI (Homeland Security Investigation) y CBP (Control Border Patrol, por sus siglas en inglés), los presuntos integrantes de la organización criminal fueron capturados en diligencias realizadas simultáneamente en las ciudades de Bogotá, Montería (Córdoba), Barranquilla (Atlántico) y Cartagena (Bolívar).
Los detenidos fueron presentados en audiencias de control de garantías e imputados por concierto para delinquir con fines de narcotráfico. Al término de las diligencias el juez dispuso medida de aseguramiento en centro carcelario contra los procesados.
Entre las evidencias que responsabilizarían a esta estructura están tres incautaciones recientes hechas en puertos del caribe colombiano, que sumaron cerca de tonelada y media de clorhidrato de cocaína. En estos casos el alcaloide fue encontrado en el piso de los contendedores refrigerados y la mercancía, en muchos casos bananos y otros alimentos delicados, terminaron afectados.
Adicionalmente, la sección de control telemático del Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía (CTI), con el respectivo aval judicial, realizó seguimientos a 75 líneas celulares que pertenecerían a los presuntos integrantes de la red narcotraficante.
En las comunicaciones se pudieron identificar los roles de las personas vinculadas al ilícito como Roberto Pareja y su esposa Laura Arnedo, quienes trabajaban en una Sociedad de Intermediación Aduanera (SIA) y, al parecer, utilizaban información privilegiada como tipo de productos exportados, destinos y rutas, con la que perfilaban los contendores que utilizarían para esconder y sacar la droga.
Otro capturado, Amadis Herrera Simancas, sería un intermediario entre los dueños de los cargamentos de cocaína y Roberto Pareja. Las evidencias también lo involucran, al igual que los demás procesados, en la financiación de los viajes o envíos del estupefaciente y en diversas actividades de tipo logístico.
Los diálogos conocidos pusieron al descubierto que tres señalados integrantes de la organización narcotraficante habrían sido asesinados en ataques sicariales. Las víctimas eran conocidas con los alias de Toño, Mañe y Bola 8; igualmente, dos de los hoy capturados, Jaime Ayola y Amaury Castilla, también sufrieron atentados pero lograron salir con vida de estos.