A nuestro Alcalde Distrital, le urge ocuparse, de liderar y convocar al Concejo, a los Congresistas, al Gobernador y a todas las Fuerzas Vivas que les duela la ciudad; para que con sus luces, unión de voluntades y gestión en sinergia; coadyuven a comprometer al Gobierno Central, al Congreso de la República y al mismísimo Presidente Santos; a incrementar la asignación de los recursos justos, equitativos y suficientes en el Presupuesto Nacional.
Porque las partidas para la Ejecución de Macroproyectos y Obras de trascendencia para construir el desarrollo armónico y sostenible de Cartagena, no existen o son insuficientes. Por eso, el desafío apremiante del Alcalde Distrital, Manolo Duque; debiera ser avanzar en el inquebrantable propósito de defender los intereses del pueblo, debido a que la grave crisis económica y social que vive la ciudad, no justifica que nuestros gobernantes, dirigentes políticos, gremiales y sociales; actúen aisladamente.
La ejecución del Plan de Desarrollo Distrital Primero la Gente; debe llevarlo a priorizar y privilegiar la Inversión Social y Estabilidad Económica que cristalice el mejoramiento de la calidad de vida de toda la gente. Para ello se requiere rodearse de un Equipo de Gobierno comprometido, que verdaderamente le duela la ciudad; convencido de la relevancia del Fortalecimiento del Proceso de Descentralización y Participación Ciudadana; hoy más que ayer e implementarse adecuadamente. Y en este proceso inaplazable, debe jugar un rol protagónico y significativo la Dirigencia Comunal, Cívica y Social.
Es sabido que los recursos presupuestales de carácter distrital, son insuficientes. Prácticamente se agotan en funcionamiento y amortización de intereses de la altísima deuda. Por tal razón, es imprescindible complementarlos con recursos de la Nación y cooperación internacional. Mediante la interacción de todas las Fuerzas Vivas, que conduzca a la formulación, elaboración y presentación de Proyectos que se requieren para lograr la prosperidad de nuestro territorio. Pero no basta conseguir los recursos, es imperioso priorizarlos y aplicarlos en forma efectiva y transparente.
Comprobado está, que mientras no haya liderazgo, capacidad de gestión y trabajo en equipo; entre el accionar de los gobernantes y los demás sectores; no se cristalizarán las Inversiones y Servicios que las comunidades necesitan; para lograr calidad de vida digna y decente. Así que hay que saber concertar con la clase política, con el sector empresarial, con la academia, con las Organizaciones sociales, con los trabajadores, Medios de Comunicación y tener los contactos, las relaciones y el conocimiento; para disputarse en el concierto nacional los derechos y exigir al Centralismo Asfixiante el apoyo irreversible, direccionándolo siempre al servicio de la gente.
Recuperemos entonces, la actitud de nuestros gobernantes y representantes, construyamos y cultivemos credibilidad, legitimidad y confianza en nuestros dirigentes e instituciones democráticas; porque algunos han preferido la adhesión sumisa al poder mediático; antes que defender con dignidad sus principios, convicciones e intereses de Cartagena, Bolívar y del pueblo que los eligió y empoderó. Ojo también con la actitud de nuestros Ediles. Luego, estamos en mora de dejar a un lado la desidia, el egoísmo, el protagonismo individual o grupistas y ansias de poder; porque apremia reorientar el rumbo del Distrito Especial de Cartagena.
La actitud del congresista, debe evaluarse esencialmente, por la forma de presentar, debatir y aprobar los proyectos de ley, las proposiciones, constancias y ejercer el control político; lo cual debe estar en consonancia con lo que el país; si reprueba la evaluación, debe recibir el rechazo y el repudio de la ciudadanía por su incoherencia e incumplimiento de sus funciones y compromisos. Lo mismo puede suceder con el Alcalde Distrital, si es inferior a las expectativas que generó en los electores.
No olvidemos que el diálogo, la concordia, sensatez y la concertación política; deben imperar, siempre que existan reglas de juegos claras. Luego, como es evidente, que nuestros gobernantes ni nuestra clase dirigente son autosuficiente ni tienen el monopolio del saber; se necesita aunar voluntad política y administrativa, con el firme propósito de sacar avante las iniciativas de hondo contenido social y humano, que consigan transformar las costumbres políticas y administrativas dominantes.
Benjamín Maza Buelvas Cartagena de Indias, 27 de abril de 2017.