Ante la grave crisis de credibilidad, legitimidad y confianza que ha afectado a la mayoría de nuestros Alcaldes y Dirigentes, y al ser convocadas las elecciones atípicas. Los movimientos y partidos políticos, los sectores empresariales y sociales; empezaron a mostrar sus apoyos en materia de Alcaldía; debido a que se acercan inflexiblemente las elecciones el 6 de mayo.
Infortunadamente, nuestra Carta Magna y leyes de la República, no exigen mayores requisitos para alguien que quiera postularse como Candidato o Candidata a la Alcaldía. Consideramos entonces, que los méritos, cualidades, calidades y requerimientos; los debe exigir el mismo elector primario, con fundamento en lo que merece y necesita Cartagena y sus comunidades. Por lo que el perfil del nuevo Alcalde de Cartagena, debe ser conforme con la dignidad del cargo amerita.
Debemos ser más cautos con nuestro voto y emitir un voto más sensato, coherente, consciente y consecuente. Lo razonable, es no votar más por los mismos con las mismas o peores mañas. Sino hacerlo por el Candidato que esté verdaderamente comprometido en cumplir sus responsabilidades y compromisos, cuente con un buen Equipo Multidisciplinario; con Propuestas Programáticas Viables y con la audacia suficiente para hacer florecer el Bien Común.
El Gobierno Distrital, no es la cara visible que nos presentan como Candidato a la Alcaldía. Por eso, si el ciudadano que no vota o vota mal, después no tiene autoridad moral para quejarse, ni con para exigir las Obras y Servicios que requiere su comunidad durante el período de gobierno. Tenemos que apoyar, votar y empoderar a un Candidato competente, coherente, consecuente, transparente e íntegro; comprometido realmente con la defensa de los superiores intereses del pueblo cartagenero; que haya demostrado solvencia ética y moral en todas sus actuaciones.
Reflexionando únicamente en Cartagena, creemos que si queremos que en nuestro importante Distrito Especial, se supere la crisis y mejore significativamente las condiciones precarias en que lo tienen sumido la inseguridad, los caros y malos servicios públicos, la baja calidad de la salud y educación pública, la carencia de oportunidades, la desocupación, la pobreza, la exclusión social, la desintegración familiar, la desorganización urbana, la falta de autoridad, el flagelo de la corrupción, el clientelismo y la politiquería, la ineficiencia e ineficacia administrativa e injusticia social reinante, etc.
En ese sentido, expresamos que el Perfil de un Buen Alcalde, debe tener como mínimo trabajo comunitario urbano y rural. No un ciudadano distinguido por su apellido de abolengo o por simple poder económico, respaldo de casas políticas o de élites empresariales. Sino una persona que inspire respeto, que se distinga por su formación, su trayectoria, sus compañías, honradez, talante, sensibilidad social, carisma, trabajo en equipo, que escuche al pueblo y lidere las soluciones con base en las opiniones del resto del equipo y tomando como basamento las necesidades más sentidas del pueblo.
Es muy importante elegir a alguien que conozca sobre el ejercicio práctico de la administración pública, para lidiar con la clase política y con el sector privado, exigiéndole cumplir su responsabilidad social empresarial y saber interlocutar, y concertar bien con todos los sectores; porque antes que el sector privado, está el bien de la comunidad, el bien de Cartagena. Por tal razón, el momento es propicio para estructurar un sólido consenso social por Cartagena, en torno a lo fundamental; con todas las Fuerzas Vivas; que transforme a fondo las costumbres políticas y administrativas vigentes, y aplicar una gran sinergia entre todas las Organizaciones Sociales.
Especialmente entre las Organizaciones Cívicas, Comunales, Comunitarias, Mujeres, Discapacitados, Jóvenes y otras; que se identifiquen con la estrategia de votar siempre por la mejor opción de gobierno. Esta ambiciosa tarea, debe ser muy relevante y determinante. Porque es evidente, que así como se puede sentir la respiración y el latido de una criatura; se puede captar el sentir, los objetivos, los principios, los valores, la honestidad, la sinceridad y la intención del candidato; que generan confianza en las masas.
Benjamín Maza Buelvas