Las listas cerradas han sido un tema controversial en el debate de la Reforma Política debido a los mecanismos que podrían aplicar para escoger el orden de las listas. Ante esta dificultad, el sorteo democrático da igualdad de probabilidades a cada candidato de la lista, ya que al interior de los partidos políticos se escogería al azar el orden de las listas PERO DESPUÉS que los colombianos hayan votado por el partido de su preferencia el día de las elecciones. Así tendrían las mismas oportunidades todos los miembros del Partido de llegar a cargos de elección popular y se lucha contra la corrupción y los atornillados en el poder.
La Reforma Política debatida en el Congreso de la República propone en uno de sus artículos la implementación de la listas cerradas. Es decir, a la hora de elegir miembros del Congreso, los ciudadanos votarían por el partido político y no por un candidato específico.
En los sistemas de listas cerradas el partido tiene decidido previamente cuáles candidatos de su partido recibirán los votos en las elecciones; por lo anterior, los candidatos situados en lo más alto de esta lista tendrán siempre un asiento asegurado en los cargos de elección popular (Cuerpos colegiados); mientras que los candidatos situados en una posición muy baja en la lista cerrada no tienen posibilidades.
Según varios congresistas, una lista cerrada obligatoria sin reglas claras para los partidos entornillaría en el poder a las cabezas de los partidos y le quitaría la posibilidad a caras nuevas de hacer parte de cargos públicos de elección popular. Por eso se propone que en la Reforma Política se incluya en su artículo 7, que el Congreso elija el método por medio del cual cada partido establece el orden de su lista en cada elección popular.
El método más conveniente y democrático es el de sorteo democrático o “lotocracia”. La idea es que el día de las elecciones, posterior al cierre de las urnas, cada partido realice un sorteo donde cada miembro de la lista tenga las mismas probabilidades para quedar elegido. Los ganadores del sorteo ocuparían las curules que obtenga el partido.
Este sistema no es nuevo. En la época de la ilustración, a mediados siglo XVIII, Charles-Louise Montesquieu y Jean Jacques Rousseau abrieron el debate sobre la implementación de los sorteos para la integración del poder público. Desde ese entonces el tema ha estado sobre la mesa.
En la gran Revolución Francesa, Saint-Just propuso para elaborar el texto de la Constitución de Francia, la creación de concejos de seguridad cuyos integrantes debían ser electos por sorteo entre los ciudadanos de cada localidad. Así mismo, en la actualidad, en algunas ciudades este sistema aunque híbrido con otros mecanismos sigue vigente. En algunas entidades de la Federación Rusa (como la provincia de Ulianovsk, la República de Adiguesia, etc.). algunas controversias durante elecciones se resuelven a través de sorteos.