Es evidente que en Cartagena existe una grave crisis de credibilidad y de confianza, que ha restado legitimidad a nuestros gobernantes y dirigentes políticos. Se ha generalizado el criterio de que todos son lo mismo, y que no hay nada que hacer para transformar el panorama político, económico, social, cultural, ambiental, ético y moral reinante.
Porque se cree que todos son igualitos de falsos, mentirosos y corruptos. Se tiene la percepción que los gobernantes y miembros de las Corporaciones Públicas, cuando son elegidos sufren de amnesia, olvidándose como por encanto de su misión y de los compromisos adquiridos con sus electores y en general, con el destino de Cartagena. Recuperando la memoria como por arte de magia, sólo cuando vuelven a aspirar, usando la misma retórica para engañar a incautos.
Lo que ha venido en detrimento de los más caros intereses de la gente y del Bien Común. A pesar de esa situación, sostengo que nada justifica tanta abstención electoral en Cartagena. Porque es innegable, que sólo participando masiva, democrática y responsablemente en la elección de nuestros representantes, se puede cambiar las malas costumbres y lograr el propósito de dignificar el ejercicio de la política, recuperar la gobernabilidad perdida y recobrar la credibilidad y confianza en nuestras instituciones.
El Alcalde Quinto Guerra, tiene la inexcusable responsabilidad de analizar, interiorizar, sintetizar, priorizar y aplicar los recursos presupuestales en forma efectiva y transparente. Le compete ejercer liderazgo y capacidad de gestión que le arroje positivos resultados en el ámbito local, departamental, regional y nacional. Se requiere que sea capaz de disputarse en el concierto nacional el espacio que le ha venido negando el Centralismo Dominante a Cartagena; por carencia de liderazgo, sinergia, trabajo en equipo, sensibilidad social, voluntad política y administrativa. Necesita demostrar autoridad, independencia, humildad y grandeza en el gobierno y en la construcción e implementación de las políticas públicas requeridas.
Al Alcalde Quinto Guerra, le urge realizar una Reestructuración y Modernización de la Administrativa Distrital , con el objetivo de crear, modificar, ajustar, reorganizar, fusionar, redefinir, fortalecer y actualizar la Estructura Administrativa de la Organización Interna del nivel Central y Descentralizado del gobierno. La Organización Interna, debe estar diseñada, de tal manera que coadyuve eficaz, eficiente y efectivamente al logro de los objetivos y metas institucionales, a la precisión y desarrollo de sus funciones y competencias, a la distribución racional y transparente de los recursos y a la toma de decisiones pertinentes, para poner en práctica su Plan de Desarrollo, los Programas y Proyectos; con la Participación efectiva del Talento Humano, de sus aportes y conocimientos.
La Reestructuración también es una herramienta para reglamentar y fortalecer la Descentralización y Participación Ciudadana, la cual es entendida como un proceso político, administrativo, económico e institucional, basado en la transferencia de poder político, recursos y responsabilidades del nivel Central hacia las entidades Descentralizadas, que busca la consolidación de la autonomía local, para que cada uno de los niveles de gobierno, ejerza sus funciones y cumpla con los fines esenciales del Estado.
Es imprescindible que el equipo de gobierno y los Servidores Públicos, que encabecen las Secretarías de Despacho, los Departamentos Administrativos, los Institutos Descentralizados, las Direcciones, Jefaturas y Coordinadores del Distrito; constituyan un conjunto de expertos capaces y comprometidos, algunos de los cuales son seleccionados por el Alcalde Distrital, otros serán trabajadores de carrera, conocedores del funcionamiento de la Administración Pública.
En ese orden de ideas, la obligación y compromiso del Alcalde Distrital, con el pueblo es ineludible; por esa razón su presencia y liderazgo ante los problemas sociales, debe ser inmediata y en el lugar propicio, porque quien ejerce la autoridad y poder del gobierno, debe constituirse en el creador innato en la solución práctica, para prevenir el golpe a la gran masa social y evitar con prudencia y sin protagonismo individual, la profundización de la crisis y la catástrofe.
Por: Benjamín Maza Buelvas