Alcalde no permita direccionamiento de sus decisiones

El nuevo Alcalde Distrital de Cartagena, Pedrito Tomás Pereira Caballero; tiene claro hacia dónde va. Porque posee preparación, experiencia y vocación de servicio. Pero es necesario y conveniente, que defienda su liderazgo, independencia y autonomía en los procesos de concertación y toma de decisiones. Para poder gobernar sin direccionamiento, ataduras, ni sumisión, a ningún sector político empresarial o gremial. Y menos, liderados por los no dolientes de la ciudad, o cuestionados por acción u omisión del lamentable estado de cosas que padecemos los cartageneros. Y que estando en época preelectoral, pretenden reencaucharse y empoderarse. Siendo que antes no asumieron posición activa alguna, en torno a la grave crisis de la ciudad y sus corregimientos.

Lo que le apremia al Alcalde, es definir cuáles son los objetivos y metas a corto, mediano y largo plazo. Precisar cuál es su Misión y Visión, Políticas Públicas y Estrategias a implementar durante su mandato. Lograr la asignación de los recursos suficientes y la puesta en marcha de la solución de los problemas fundamentales de manera concertada y transparente con la Participación Efectiva de todas las Fuerzas Vivas, sin exclusión ninguna. Para ir resolviendo en forma prioritaria, progresiva e incluyente, las dificultades que afecta a los cartageneros.

Por ser la Administración Pública tan compleja, necesita de personas preparadas, expertas, técnicas, capaces, honestas y audaces; que sepan áreas tan disímiles entre sí; esto hace que nadie solo pueda sacar adelante el gobierno. Es tarea, de todo un Equipo Multidisciplinario; lograr enrumbar a Cartagena. Ante la crisis vigente y el cúmulo de dificultades que nos asfixia, debemos aprovechar en sinergia esta gran oportunidad, para pensar, actuar y construir una ciudad vigorizada. Sin resentimiento, envidia, odio, rencor, violencia, venganza, ni protagonismo individual. Promover liderazgos, hacer en equipo las gestiones requeridas, para conseguir recursos y lograr buenos resultados. Es decir, transformar la visión en realidad. Porque la credibilidad del gobernante depende esencialmente de sus logros, no de sus intenciones. Si no es así. Seguiremos presos de nuestros errores y habremos perdido quizás, esta gran oportunidad.

Tomemos conciencia que el futuro de Cartagena, no radica exclusivamente en el liderazgo y capacidad de gestión del Alcalde, porque el desarrollo de la Administración está primero en su Equipo de Gobierno y luego en la participación del pueblo en forma organizada en la toma de decisiones y en el seguimiento y Control Social, que el pueblo soberano tiene que hacer al gobierno; derecho consagrado en la Constitución y leyes de la República. Los cartageneros aspiramos que al Alcalde le vaya bien, para que a Cartagena también le vaya bien; porque el Bien Común es lo que más importa. De lo contrario, es imposible llevar a cabo las Inversiones Sociales, ejecutar los Macroproyectos, las Obras y Servicios prioritarios y significativos; para alcanzar el progreso y desarrollo armónico sostenible y competitivo.

Nuestros partidos y movimientos políticos están en crisis, porque sus representantes han sido inferiores al cumplimiento de sus responsabilidades y compromisos; les ha faltado grandeza. No han querido actualizar, reorientar y mejorar sus actuaciones. Ser más democráticos e incluyentes. Reorganizando, renovando y promoviendo liderazgos; brindándole la oportunidad de participar en serio al sector social, comunal, comunitario, académico, sindical, pensionados, mujeres, discapacitados, jóvenes, etc.

Por ello, es esencial que el Alcalde, no sea excluyente, no se tuerza, no se elitice, ni permita direccionamiento o condicionamiento de sus decisiones en detrimento de su liderazgo, talante, independencia, humildad y grandeza. Por el contrario; se apropie, socialice y aplique la solución creciente de los males de Cartagena. Los pactos deben ser incluyentes y sobre lo fundamental. El Alcalde ha demostrado estar comprometido y convencido de la trascendencia de la oxigenación, reactivación, fortalecimiento y defensa del Proceso de Participación Ciudadana, y de Descentralización Administrativa, Fiscal y Política. Ser consecuente que urge una Reestructuración, Modernización y Mejoramiento del Funcionamiento de la Administración Distrital.

Por: Benjamín Maza Buelvas

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