La ciudadanía tiene el reto y la responsabilidad histórica de apoyar con su voto el próximo 6 de mayo, la elección de la mejor opción de gobierno para Cartagena. Existe la imperiosa necesidad de participar activamente en la construcción y ejecución del modelo de Administración, que debe regir el destino de los cartageneros.
Los candidatos ya se hallan inscritos y todos están en su derecho. En tales circunstancias, se suelen realizar todo tipo de reuniones y pronunciamientos de los representantes de los partidos, movimientos, grupos políticos, gremios económicos y empresariales; con el acostumbrado propósito de prometer el respaldo de las maquinarias y armar las tradicionales alianzas y coaliciones.
Pero tenemos la esperanza que en esta ocasión, el pueblo no se equivoque. Si reflexiona a tiempo y decide votar por la mejor opción, Si no seguiremos improvisando, soportando gobernantes impuestos en conciliábulos, carentes de contenido social y humano. Por ello, es preciso analizar, comparar, discernir y diferenciar el contenido y sentido del Programa de Gobierno de cada candidato, y sus propuestas programáticas.
Además, examinar su perfil, sus cualidades, su experiencia, sus compañías, etc. Para poder sacar conclusiones contundentes que evidencien cual es el propósito real del candidato. En esta ocasión, no se justifican excusas para abstenerse de votar, de votar en blanco, no marcar o volverse a equivocar. Porque después no hay nada que lamentar en los tertuliaderos. Ya que son los políticos quienes toman las decisiones que afectan positiva o negativamente al pueblo.
Se debe actuar en forma consciente, coherente y consecuente; respaldando irrestrictamente, a un líder carismático, con transparencia, carácter, autoridad, sensibilidad social, honestidad, preparado para gobernar, con vocación de servicio, solvencia ética y moral, que conozca palmo a palmo los mecanismos de solución de la problemática que nos afecta, y se haya ganado la credibilidad y confianza legítima de la comunidad. De tal manera, que sea capaz de implementar verdaderas políticas públicas y estrategias efectivas, que conduzcan al pueblo a conquistar democráticamente el poder. Por esto, la elección del próximo Alcalde Distrital; está revestida de la máxima trascendencia y es propicia para que el ciudadano vote únicamente, por el candidato que le cumpla a Cartagena y a su pueblo.
En medio de la grave crisis, de la confusión y el desequilibrio económico, social, cultural, ambiental, ético y político de nuestra ciudad y sus corregimientos. Existen reservas democráticas, que nos permiten asegurar que no todo está perdido. Lo que ha fallado hasta ahora, es la capacidad de liderazgo, la unión, la organización y el accionar en equipo de trabajo, y principalmente, la voluntad política y administrativa de nuestros dirigentes y gobernantes de turno, porque no han privilegiado el Bien Común, para producir buenos resultados. Por eso, vemos con buenos ojos, que el Candidato, Andrés Betancourt González, esté generando y consolidando un Gran Consenso Social, porque Cartagena merece ser gobernada con lujo de competencia entre todos.
Si el pueblo elige masivamente al Alcalde con el Perfil requerido, con talento y talante social, convencido de la importancia del Proceso de Descentralización y de Participación Ciudadana, de la reestructuración y modernización de la administración, gestor de recursos; que sepa priorizar su aplicación y comprometido realmente en implementar los cambios estructurales e integrales, que logren el mejoramiento de la calidad de vida; se puede garantizar la reducción del flagelo de la corrupción, la inseguridad, el desempleo galopante, la falta de oportunidades, la crisis de la salud, educación, ejecución de los Macroproyectos, la violencia intrafamiliar; los caros y malos servicios públicos domiciliarios; la ineficiencia e ineficacia administrativa, etc.
En fin, el momento es propicio para estructurar y aplicar una gran simbiosis social y política entre todas las Organizaciones Sociales, especialmente entre las Organizaciones Cívicas, Comunales, Comunitarias, sindicales, académicas, Mujeres, Discapacitados, Adultos Mayores, Docentes, Pensionados, Madres Comunitarias, Jóvenes y otras; que se identifiquen con la estrategia de votar siempre por la mejor opción de gobierno. El pueblo unido, siempre es superior a sus dirigentes. En esta ambiciosa y significativa tarea, el pueblo debe ser protagonista y determinante.
Por: Benjamín Maza Buelvas