Para no volver a caer en la trampa de la pobreza
Una ruta de acompañamiento para la superación de la pobreza que contempla un plan de atención desde el inicio del ciclo de vida de las personas más vulnerable hasta su etapa productiva, es la que ha diseñado el Sector de la Inclusión Social y la Reconciliación, liderado por el Departamento para la Prosperidad Social; a través de estrategias e iniciativas que se han convertido en Ley de la República, hemos logrado que cada vez sean más los colombianos que superan la pobreza.
Con nuestro ejército social de 6.400 cogestores, hemos llegado hasta la puerta de las familias más pobres y las hemos acompañado a mejorar su situación, asegurándonos de que la oferta social del Estado, sea conocida por ellos y logre impactar desde pequeñas hasta grandes acciones, tal y como lo es asegurarse de que los niños vayan al colegio o las embarazadas a sus controles médicos, hasta apoyarlos en la estructuración de su propio negocio o emprendimiento.
La ruta empieza con la primera infancia. El programa de Cero a Siempre garantiza la protección, salud, nutrición y educación de los niños desde el momento de la gestación hasta los 6 años. Continúa con el programa Más Familias en Acción, que ha llegado a 2.5 millones de hogares, apoyándolos con un incentivo para el estudio y la salud de sus hijos durante la etapa escolar.
Lo anterior se complementa con el programa Jóvenes en Acción que ha llegado a más de 355.000 muchachos, con un ingreso para solventar sus gastos mientras terminan sus estudios de educación superior; muchos de los jóvenes que han estudiado con nuestro apoyo hoy son biólogos, ingenieros, diseñadores de modas, administradores y mecánicos automotrices, entre otros.
Finalmente, los programas de inclusión productiva y emprendimiento han dado a cerca de 900 mil personas, insumos y capacitaciones para que puedan iniciar un proyecto de vida que les permita sostener a sus familias de manera autónoma.
Adicional a lo anterior, desde Prosperidad Social hemos invertido en infraestructura social para que la población cuente con entornos adecuados, que promuevan la movilidad, la salud y la conectividad, así como las condiciones de habitabilidad de los más vulnerables. En este proceso se han construido parques, escenarios deportivos, espacios culturales y se ha adelantado la pavimentación de miles de kilómetros de vías para mejorar su calidad de vida. Además, se han mejorado más de 80 mil viviendas con intervenciones en pisos, cocinas, techos y baños dignos.
Finalmente, desde el Sector Social destacamos también que con la Ley de Víctimas se han atendido 5 millones de hogares víctimas del conflicto con ayuda humanitaria. Así mismo se ha indemnizado a más de 689.000 víctimas, cuya gran mayoría ha avanzado en la reconstrucción de la verdad, el acceso a vivienda, crédito, fuentes de ingreso y empleo, así como a las acciones encaminadas a la garantía de no repetición.
A 2016 más de 5 millones de personas han salido de la pobreza y son justamente este tipo de cifras las que evidencian que luego de más de 50 años de conflicto, hoy nuestra única guerra es contra la pobreza.