Identidad Caribe

Noticartagena

Vivir en la costa caribe nos hace sentirnos privilegiados al punto que sacamos pecho cuando nos preguntan ¿Vives en la Costa? Y ese habladito golpeado nos delata a más de uno; Esto somos: caribeños de corazón, gente pujante y trabajadora que plasmamos nuestra identidad en cada gesto.

Nuestra Identidad caribe no es solo como nos comportamos, sino todo lo que proyectamos a través de la esencia costeña, la gastronomía innata fusionada con las inmigraciones que llegaron y se posicionaron en toda la sabana, para nosotros es usual ver un kibbe con suero o un mote de queso cubierto de hoja de parra, sin perder la base de nuestra regionalidad, somos caribes porque vemos en nuestra idiosincrasia historia, cuentos, leyendas que día a día son posicionados en las personas que llegan a la región.

“La cultura es todo: lo que somos, lo que soñamos, lo que narramos, lo que comemos, lo que producimos, lo que vestimos, lo que amamos… y hasta lo que nos resulta antipático”.

“Uno de los graves problemas de nuestros países consiste en que hemos sido aleccionados acerca de que no somos cultos, y que lo único válido, legítimo y exaltable es aquello que en nada se parece a nosotros. Tal cosa ha generado en nuestras comunidades bajísimos niveles de autoestima y de sentido de pertenencia. No tener claros estos conceptos, lleva –sin remedio– a la llamada ‘pérdida de identidad’. Podría llegar un momento en que ni siquiera sepamos quiénes somos.

“Para producir, para enfrentar el avance de las nuevas tecnologías, para insertarnos adecuadamente en el proceso de la actual corriente globalizante, y para lograr ser felices, es preciso afianzarnos en lo que somos, reconocernos y valorarnos. Tal actitud logrará el que podamos dialogar de tú a tú con el resto del planeta, pero desde una perspectiva de afirmación y de orgullo propios”. David Sánchez Juliao.

Intento escribir cosas que se parezcan a mí y a los míos, frente a los cuales siento tener una enorme responsabilidad, la de ayudar a ver las propias cosas en unas comunidades o unos colectivos que, de otro lado, me han ayudado a ver las propias cosas. De esa manera, escritor y comunidad nos retroalimentamos y crecemos juntos en un proceso que podríamos llamar dialéctico, cosa que nos permite encontrarnos y valorarnos en medio del disfrute de la creación literaria.

Por: Nena Botero De Giha
Gerente General Tourism Hotels Inmobiliaria.

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