La curación implica superar cualquier trauma que esté causando una influencia negativa en nuestro organismo.
Dada nuestra forma de entender la medicina, la enfermedad y la curación; primero se debe ser un profesional profundamente humanista para poder mirar la enfermedad como una oportunidad de cambios en nuestros hábitos mentales.
Sin desmeritar los avances tecnológicos y terapéuticos que la medicina moderna ha aportado para estudiar y tratar las diferentes patologías, no hay suficientes respuestas que resuelvan de manera definitiva la naturaleza de las diferentes enfermedades.
Es por esta razón, que mirar desde otra óptica, nos permite avanzar sólidamente en la búsqueda de la causa de todo desorden fisiológico durante la enfermedad.
En este orden de ideas, podemos concluir que cuando la salud mental está comprometida producto de conflictos que no se hayan podido cerrar satisfactoriamente en algún momento de nuestra vida, el camino hacia la curación se torna difícil.
Es importante convencerse que los cambios se producen de adentro hacia afuera y no de afuera hacia adentro, con esta idea concluimos que no lograremos una solución definitiva para las diferentes enfermedades con solo las terapias y los medicamentos, cuando entendemos esta postura generamos las condiciones perfectas para una efectiva curación.
La condición primordial que nos permitirá avanzar a una curación efectiva es:
Cultivar emociones positivas cotidianamente, es el objetivo de mayor importancia para generar un terreno propicio que fortalecerá la curación, Cuando hablamos de emociones positivas, nos referimos a la alegría, el interés, la gratitud, la motivación, la empatía, la ternura, el humor, la diversión, la serenidad, la esperanza, la fe y el optimismo.
Por: Jorge Valbuena Castro.
Medico Cirujano, especialista en medicina alternativa y acupuntura.
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