De acuerdo a los diferentes hechos anómalos que se han venido presentando en la ciudad de Cartagena, con respecto a la construcción de edificios, la Cámara de Comercio hace un llamado a que prime la legalidad y se tomen los controles pertinentes desde la concepción de la norma para que luego no se presenten problemas en el desarrollo de los proyectos urbanísticos.
Los directivos de la entidad aseguran que no es conveniente para nuestro progreso y estabilidad social y económica que se presenten este tipo de situaciones, ya que desdibujan la imagen de los empresarios del sector de la construcción y de la clase dirigente. Advierten que si bien algunos han cometido errores, hay muchos que se rigen a la ley y son cumplidores de sus compromisos y no puede darse que, acogidos a la norma, luego sea puesto en entredicho sus licencias.
Esto plantea una enorme inestabilidad a este gremio. Tal es el caso de lo sucedido con el proyecto Acuarela, estigmatizado en estos días por su cercanía al Castillo San Felipe. El cuestionamiento no es para el constructor, este recae sobre el que planeó y proyectó la norma que soportó los permisos, pero además, también para quién tiene la labor de direccionar desde las competencias que da el Estado, y su implementación. Preocupa la situación del promotor, ya que aduce tener todas sus licencias en regla de acuerdo a lo que exige la norma. Lo que hoy llega a ser inconcebible es que por no preveer que esta edificación obstruiría la visual del Castillo San Felipe, se pone en riesgo la economía, ilusiones y estabilidad de decenas de familias que, a la final son los más perjudicados.
La Cámara de Comercio de Cartagena es una entidad que trabaja por el fortalecimiento y sostenibilidad de las empresas y por eso somos conscientes de la necesidad de articular las alianzas público privadas, que vayan en beneficio de la ciudad y el empresariado de la misma.