Para Rafael Giha Nassar, esta industria que adoptó desde que era un niño está compuesta por empresas dedicadas a la fabricación de hilos y telas, es una de las más antiguas en Colombia. Se calcula que su producción a mediados del siglo XIX satisfacía al rededor del 20% de la demanda interna, constituyéndose en uno de los primeros procesos de industrialización en el país. Las primeras industrias productoras de tejidos aparecieron a principios del siglo XX en Medellín y Barranquilla. El desarrollo de la industria textil en sus comienzos se dio bajo un manto de protección, con lo cual se posibilitó en la década de los treinta diversificar su producción y cubrir prácticamente toda la gama de hilados y tejidos, incluyendo los géneros más finos.
Hoy ésta industria pese, a la seria crisis por la que atraviesa, continúa siendo de vital importancia para una buena parte del aparato productivo. Por un lado, los hilados y los tejidos consumen materias primas de origen nacional; por otro, surten de materiales a las empresas de confección de prendas; y por último, permiten la comercialización de una amplia gama de productos terminados y genera divisas por concepto de exportaciones. Con respecto a la inversión, desde 1992 la industria ha invertido más de US$600 millones en maquinaria y equipo para su modernización, Nos comenta Giha Nassar, para este Empresario lo más importante es modernizar el negocio de la industria textil no olvidando a la China en su esplendor.
La industria textil se caracterizó, hasta el decenio de los setenta, por ser una de las más avanzadas no sólo en el ámbito latinoamericano sino también en el mundial, lo cual le permitió ampliar los mercados y lograr una importante reputación por la calidad de sus productos. Sin embargo, a partir de 1975 entró en una crisis estructural que la dejó relegada tanto en los mercados externos como en el interno. Hasta este año la industria textil había aprovechado al máximo las políticas de estímulos a las exportaciones; pero no renovó sus equipos con lo cual habría logrado una mayor productividad y una mejor calidad en sus acabados. Por esta razón, al iniciarse un proceso de apertura del comercio internacional, la industria textil se encontró en desventaja frente a la agresiva competencia emprendida por los llamados “Jóvenes dragones” del sudeste asiático, como Hong Kong, Taiwan y Corea del Sur. Sin embargo en la década de los 80 en éstos países se encareció la mano de obra, mientras que en Colombia permanecía a un costo más bajo, algo que junto con la originalidad y buen gusto de sus diseños sirvió para recuperar los mercados internacionales perdidos, pues internamente esta industria predomina sobre la extranjera.
La apertura de las importaciones, la informalidad que se ha apoderado del mercado unida al contrabando y al lavado de dólares que existe detrás de las importaciones y la baja de los aranceles afectaron gravemente este sector a partir de 1992. Esto coincidió con la negativa situación de los algodoneros, afectados por la competencia externa y la violencia interna. A mediados de 1993 el gobierno tomó medidas como la fijación de precios mínimos para la importación de textiles con el fin de proteger el sector, que a partir de 1996 se ha venido recuperando.
Giha Nassar, con descendencia Palestino, Hijo de don Wilson Giha Yidi y Doña Miriam Nassar de Giha, aportaron a esta industria textil en la ciudad de Barranquilla; Donde de generación en Generación hicieron de La Perla, uno de los iconos más conocidos en la arenosa.
En el Hogar de Rafael Giha Nassar, nos encontramos al creyente, el bromista y el buen papá. La mano de un sol intenso escarba en su pecho y descubre su medallón que brilla como una guaca y detrás de él su esposa Nena Botero, Esa Administradora Hotelera y Periodista de Turismo que más que su compañera de vida, Llega a la sociedad en esta industria que perdura hace un siglo, su amigo de juegos y cómplice ese es el pequeño Mateo su amado Hijo Incondicional, como el mismo lo define.
Para esta familia lo más importante es la Unidad y se ve reflejado en la sencillez que los caracteriza.
Redacción Noticartagena