El Castillo San Felipe de Barajas de Cartagena de indias empezó a construirse en 1536 y es considerada la obra de infraestructura defensiva y militar más imponente de latino américa construida por el reinado español durante la época de la colonia, el Castillo San Felipe de Barajas está catalogado como una de las 7 maravillas de Colombia y está incluido junto al centro histórico y el conjunto de murallas de Cartagena como patrimonio de la humanidad por la UNESCO, además es uno de los monumentos más visitados de latino américa tanto así que entro al salón de la fama de TripAdvisor por conseguir durante cinco años consecutivos el Certificado de Excelencia de Tripadvisor.
La fortaleza se encuentra localizada en el cerro de San Lázaro y frente a ella esta la escultura a Don Balas de Lezo, a diferencia de otras edificaciones del país, el castillo es el único monumento de Colombia declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, debido a su imponente y completa arquitectura colonial, en este todavía se conservan las baterías, las garitas, el aljibe, las residencias y los túneles subterráneos que fueron utilizados como resguardo, en la parte subterránea también se encuentran unos cuartos especiales donde se pueden albergar a más de trescientas personas, se construyeron por lo menos siete baterías: San Lázaro, Santa Bárbara, la Redención, San Carlos, los Apóstoles, la Cruz y el Hornabeque, todas distribuidas estratégicamente.
El castillo con los años también se ha convertido en el objeto de leyendas y mitos, una de las mas populares cuenta que, en varias partes del castillo se utilizó sangre proveniente de animales y esclavos negros traídos de áfrica, el líquido viscoso servía para labores propias de la construcción, un hecho que después fue constatado por varios profesionales de la ingeniería quienes determinaron que si fue usada sangre para la construcción de cisternas y otras obras que requerían impermeabilización.
A lo largo de su historia ha resistido varios ataques y asedios de piratas, corsarios y naciones enemigas, la batalla por la que más se recuerda el poderío de esta fortaleza es el asedio de 1741 liderado por Edward Vernon el cual venía acompañado de un ejército que excedía los 27,000 soldados, junto con 186 buques y 2000 cañones, mientras que el militar español Blas de Lezo (su verdugo y protector de la ciudad) se defendió solo con 3,600 hombres, seis buques y la ferrea defensa militar de Cartagena de indias, en especial la inexpugnable fuerza del Castillo San Felipe de Barajas.
Sin duda este es un lugar al que no deben faltar si visitan Cartagena de indias, no solo por sus historia y su belleza arquitectonica, si no por toda esa magia que aun guarda, por esos misterios que aun protegen sus murallas y por esa resistencia a desaparecer… a dejar de ser imponente.