Ante la grave crisis de confianza, credibilidad, autoridad, visión de futuro y de gobernabilidad; por los sucesos que padece el Distrito Especial de Cartagena de Indias; es el momento histórico propicio para que el Alcalde Distrital, Manolo Duque, se pellizque duro, reaccione y acabe con las pifias de la Administración. Pero se tiene que accionar a conciencia, uniendo esfuerzos y voluntades, porque el gobierno en equipo, garantiza buenos resultados.
Es inexcusable, evidenciar el indeclinable propósito de asumir un cambio de actitud política; que asegure contar con un Equipo de Gobierno competente, coherente, consecuente y transparente; verdaderamente comprometido con Cartagena y su gente; que le garantice buen gobierno; permitiendo auténtica Participación del pueblo; procurando dejar a un lado el protagonismo individual, los celos y ambiciones grupistas, ya que los intereses particulares nunca deben prevalecer sobre los colectivos.
Ante este panorama, la gestión exitosa del Gobierno Distrital, estriba en saber seleccionar un Gabinete Multidisciplinario que logre los índices y metas propuestas. Lo que resulta fundamental y conveniente para toda organización moderna. La práctica de privilegiar el trabajo individual y buscar el beneficio personal, es habitual en nuestra sociedad; por ello resulta difícil adaptarnos y sobretodo someternos conscientemente al Trabajo en Equipo. Se exige entonces, una tajante transformación en las costumbres políticas y administrativas dominantes; que conduzca a la búsqueda de soluciones estructurales e integrales; como un reto ineludible del Alcalde Distrital.
Se sabe, que una de las grandes complicaciones del Sector Estatal, es que la mayoría de los cargos de Superior Jerarquía; se conceden a los familiares, amigos, socios, financistas y activistas de campaña; esto genera con frecuencia, que Servidores Públicos de altísimo y mediano rango, no llenen el Perfil, los méritos, las expectativas y conocimientos requeridos; provocando falencias en los resultados de las áreas de desarrollo de los entes nacionales, territoriales y locales. Se necesita buscar la persona que llene el Perfil y calidades del Cargo y no que el Cargo se acomode a la condición de la persona.
Es cierto también, que la sabiduría no la posee una sola persona, la sabiduría está en el pueblo. El gobernante que sepa escuchar la voz de las Fuerzas Vivas, la voz del pueblo, que es considerada la voz de Dios; gobernará siempre con su apoyo y sabrá tomar las mejores decisiones para beneficio de Cartagena; primordialmente de los más desposeídos, que son marginados del desarrollo y bienestar que por derecho les corresponde. Es hora que los Servidores Públicos asimilen y apliquen, que fueron elegidos o nombrados para una sola tarea: Servir al pueblo sin ningún tipo de exclusión.
Lo que los cartageneros esperamos, es que el Alcalde Distrital, Manolo Duque, sepa valorar lo que debe hacer en cada situación, conforme al Plan de Desarrollo Primero la Gente; desde luego, que para ello debe estar dispuesto, a demostrar voluntad política y administrativa de hacer lo pertinente, con todo lo que ello implica.
Es inaplazable también, que la ciudadanía; tome conciencia que el futuro de Cartagena, no radica exclusivamente en el liderazgo y capacidad de gestión de su Alcalde, porque el desarrollo de un buen gobierno está primero en su Equipo de Gobierno y además en la Participación organizada del pueblo en la toma de decisiones y en la vigilancia y monitoreo que el mismo pueblo tiene que hacer del Gobierno por medio del Control Social, derecho plasmado en la Constitución y nuestra normatividad vigente.
En consonancia con todo lo anterior, para desarrollar un gobierno ejemplar; que responda a los más caros intereses de la población, es imprescindible impulsar y consolidar una Reestructuración y Descentralización Administrativa que privilegie el Talento Humano. Porque así como en la iniciativa privada se suele hacer mucho énfasis en la importancia del Trabajo en Equipo, para lograr el éxito empresarial; en forma similar, en la Administración Pública, se requiere de Servidores Públicos dispuestos, capaces y comprometidos en cada cargo de Dirección y Ejecución, sintonizados con los fines de nuestro Estado Social Democrático de Derecho.
Autor: Benjamín Maza Buelvas.