Las ventajas que trae consigo la llamada IA – Inteligencia Artificial – genera preocupación por considerar un riesgo inminente la pérdida de empleos.
Todo cambio genera incertidumbre. Los expertos en comportamiento humano designan a este principio como “aversión al riesgo” y en realidad son muchos los puntos de vista que hoy pronostican un apocalipsis laboral casi que inminente. De acuerdo con la consultora McKinsey en los próximos cinco años el 30% de las tareas podrán automatizarse, así como el 60% de las ocupaciones existentes. “La cuarta revolución industrial ya está en marcha y se espera que para 2025, la cifra de empleos que serán remplazados por agentes informáticos, ascienda a 140 millones de trabajos” manifiesta a su vez la consultora PWC.
El Foro Económico Mundial, en su informe anual de 2016 afirma que con la “tormenta perfecta” de cambios tecnológicos y factores socio-económicos, para 2020 se perderán 5 millones de empleos.
Según estimaciones estadísticas de dos economistas del MIT, el turco Daron Acemoglu y el colombiano Pascual Restrepo, “un robot por cada 1.000 trabajadores ha reducido el empleo en la población entre 0,18 y 0,34 puntos porcentuales, y han hecho que los salarios caigan entre un 0,25% y un 0,5%”.
El Foro Económico Mundial considera que América Latina y el Caribe es una de las regiones con menores niveles de habilidades, y por lo tanto, es uno de los escenarios llamados a crecer en este sentido, para ser epicentros de oportunidad en el que industrias relacionadas con la creatividad pueden aportar.
No es gratuito que en la región se esté hablando de innovación inminente y que se estén dando pasos gigantes hacia las economías creativas como camino de salvación regional. “Desaprovechar esta revolución por no habernos preparado para enfrentarla es el mayor riesgo que corre la región” comentan los expertos. Algunos estudiosos ya predicen que los robots generarán incrementos en la producción, que a su vez se traducirán en aumento de ganancias para las compañías y por ende de mayores posibilidades de beneficio social tales como más dinero recaudado en impuestos y menos tiempo perdido en incapacidades laborales, por ejemplo, se espera también que los empleos “mecánicos” den paso a más labores especializadas y rutinarias.
De acuerdo con la consultora Vision Mobile, para 2020 “se necesitarán 4,5 millones de especialistas en inteligencia artificial y hoy son pocos los organismos que se dedican a la captación y capacitación de personas”. Este fenómeno será uno de los temas que +Cartagena abarcará en octubre de 2018. De la mano de expertos y líderes inspiradores con distintas perspectivas tales como: creativos, técnicos y especialistas académicos. El encuentro internacional mostrará a los asistentes cómo las tecnologías emergentes están modificando la manera de configurar la creatividad del marketing y de la estrategia; cuál es el verdadero alcance de la Inteligencia Artificial y si esta constituye una amenaza real para la humanidad.
Además, Jesper Rhode, líder en transformación empresarial, creatividad e innovación digital a nivel mundial, consultor y conferencista de Hyper Island, la reconocida escuela sueca de innovación, hablará acerca del potencial, los límites y la realidad actual de la inteligencia artificial. Y a través de la visión, perspectiva y casos de éxito de creativos de reconocimiento mundial, entre ellos Ciro Sarmiento, uno de los líderes creativos Latinoamericanos más importantes de los Estados Unidos, la audiencia conocerá porqué la emoción y el riesgo que crean vínculos son exclusivos de una creación del talento natural.
Para expertos como Darío Debarbieri, CMO de Watson Customer Engagement de IBM para Norteamérica y quien también será orador en +Cartagena 2018, la presencia del humano en el ciclo de valor no será sustituida por las máquinas, pues las personas continúan siendo el centro de los negocios, lo que hoy se llama “Human Centered”. Sin embargo, son las empresas las que están obligadas a re-educar a sus colaboradores, “Dentro de los próximos 5 años vamos a tener un déficit en este sentido, es decir, alrededor de 2 millones de personas que no van a tener los skills suficientes para poder incrementar y utilizar este tipo de tecnologías. Y esto le va a costar a las empresas una cuota de innovación”, afirmó en declaraciones para AETecno durante un encuentro sobre este tema llevado a cabo en Montevideo.
Este es el único y mejor momento que tenemos para definir políticas que favorezcan a las personas, sin sacrificar el desarrollo y las oportunidades que trae la cuarta revolución industrial. El reto es el de sustituir modos de trabajo a cambio de eliminar trabajadores. Y para ello, la economía creativa puede darnos las claves.